Es tan típica de nuestra gastronomía que se hace raro verla fuera de nuestras fronteras. ¡Y eso que la receta es originaria de Francia! De hecho, aunque pueda parecer sorprendente, incluso en Japón tienen su propia receta tradicional de croquetas. Sólo que allí en vez de bechamel las rellenan con patata y se llaman Korokke. Toma nota, no tienen nada que envidiar a las de tu madre.

A la hora de servir el Korokke puedes acompañarlos de salsa Tonkatsu o, aunque no tiene la misma textura pero si se acerca en sabor, salsa Worcestershire.

Cómo se prepara el Korokke o croquetas de patata japonesas

Cuando tengas todos los ingredientes, la preparación del Korokke es ligeramente más sencilla que la de unas croquetas de toda la vida puesto que no hay que preparar ninguna bechamel.

1: Pasamos la cebolla y la carne picada de cerdo por la sartén

Para empezar a preparar Korokkes lo primero es picar una cebolla en dados pequeñitos y rehogarla en una sartén a fuego medio con una cucharada de aceite de oliva. Cuando la cebolla esté transparente añadimos la carne picada de cerdo, salteamos hasta que esté bien cocinado y terminamos el primer paso añadiendo la soja y el mirin.

2: Cocemos las patatas y las aplastamos

Mientras se termina de cocinar la carne y la cebolla llenamos una olla con agua y cocemos las patatas enteras con piel. Cuando estén cocidas (necesitarán entre 20 y 40 minutos dependiendo del tamaño) las escurrimos y pelamos para después aplastarlas con un tenedor. Tampoco hay que pasarse aplastando, no estamos haciendo un puré.

Cuando estén listas las añadimos a la sartén con el cerdo y salpimentamos.

3: Hacemos galletas de Korokke y las rebozamos

Con la masa de croquetas de patata o Korokke ya lista, sólo nos queda hacer bolas ligeramente aplastadas (como si fuesen una galleta). Después las rebozamos pasándolas primero por harina, después por huevo batido y por último el panko o pan rallado grueso.

La mejor forma de hacerlo es preparar tres platos con cada ingrediente y colocarlos en fila según el orden que acabo de mencionar.

4: Freír y listo

Por último, ya sólo nos queda freír nuestras croquetas de patata o Korokke en una sartén con aceite de oliva. Para un resultado óptimo la mejor temperatura son 180 ºC, puesto que así conseguiremos que queden doradas por fuera y se cocinen bien por dentro.

Una vez fritas, las pasamos por papel absorbente para eliminar el aceite sobrante y las servimos acompañadas de un poco de salsa Tonkatsu o, si no la encuentras, salsa Worcestershire.