Qué deliciosa tapa, entrante o segundo son las croquetas. Ni excesivamente líquidas, ni tampoco apelmazadas; ni frías, ni calientes; empanado fino pero no demasiado; ni mucho relleno, ni tampoco poco. El secreto de las croqueta perfectas, como todo en la vida, es el término medio, donde está la virtud. El logro de esta clásica receta, además de sorprender y cautivar a todos, es que consiga transportarte a igualar o recordar aquellas croquetas de huevo que hacían nuestras madres y abuelas. 

Ingredientes

  • Mantequilla, 90 g
  • Leche entera fresca, 1 litro
  • Harina, 75 g
  • Huevo duro, 5 ud
  • Huevo batido, 2 ud para rebozar
  • Pan rallado fino, 150 g aproximadamente, para rebozar
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Aceite de oliva suave para freír.

Paso 1

Cocer los huevos durante 10 minutos en agua hirviendo y pasar por abundante agua fría. Pelar y picar en cuadraditos finos.

Paso 2

Derretir a fuego lento la mantequilla y a la vez que se mueve con las varillas, añadir poco a poco la harina. Es la clave para que no salgan grumos. Paso 3

Paso 3

Derretir a fuego lento la mantequilla y a la vez que se mueve con las varillas, añadir poco a poco la harina. Es la clave para que no salgan grumos. Paso 3

Paso 4

Tendremos que dejar la bechamel a fuego suave, removiendo sin parar con las varillas durante 10-20 minutos. Salpimentamos y añadimos los huevos duros picados.

Paso 5

Tapamos con papel film en contacto con la mezcla y dejamos enfriar un mínimo de doce horas en la nevera. La mezcla se compactará y nos será más sencillo bolear puesto que sino es imposible.

Paso 6

Boleamos las croquetas de huevo aceitándonos las manos para que no se pegue la masa y las pasamos primero por huevo batido y después por pan rallado. Con mucho cuidado, las freímos en abundante aceite de oliva suave, las retiramos a un papel absorbente para perder el exceso de grasa.

Paso 1

Cocer los huevos durante 10 minutos en agua hirviendo y pasar por abundante agua fría. Pelar y picar en cuadraditos finos.

Paso 2

Derretir a fuego lento la mantequilla y a la vez que se mueve con las varillas, añadir poco a poco la harina. Es la clave para que no salgan grumos.

Paso 3

Una vez esté montado el roux -mezcla de harina y mantequilla- y tostada ligeramente la harina, incorporar la leche caliente muy poco a poco, removiendo sin parar.

Paso 4

Tendremos que dejar la bechamel a fuego suave, removiendo sin parar con las varillas durante 10-20 minutos. Salpimentamos y añadimos los huevos duros picados.

Paso 5

Tapamos con papel film en contacto con la mezcla y dejamos enfriar un mínimo de doce horas en la nevera. La mezcla se endurecerá al enfriarse y nos será más sencillo bolear nuestras croquetas, puesto que si no es imposible.

Paso 6

Boleamos las croquetas de huevo untándonos las manos con aceite para que no se pegue la masa y las pasamos primero por huevo batido y después por pan rallado.

Con mucho cuidado, las freímos en abundante aceite de oliva suave, las retiramos a un papel absorbente para perder el exceso de grasa. También puedes dejarlas sobre un colador grande para que pierdan el exceso de aceite de la fritura y así reduces los residuos.

Trucos y sugerencias

Te recomendamos que a la hora de dar forma a las croquetas, te untes las manos con un poco de aceite para que no se te pegue la masa. Asimismo, a la hora de freír, si no tenéis freidora, os aconsejamos hacerlo en un cazo pues al ser más profundo la croqueta queda completamente sumergida y se fríe de manera uniforme.

Puedes rellenarlas de huevo duro o de todo lo que te puedas imaginar: jamón, pollo, chipirones, gambas, puerros. Las opciones son infinitas. De hecho la receta que hoy proponemos es muy cremosa. Si te gustan más compactas puedes aumentar la cantidad de harina.

Además, te recomendamos hacer una gran cantidad ya que puedes congelarlas e ir sacando y friendo cuando lo necesites sin necesidad de descongelar.