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Para cualquier reunión en la que seamos varios a la mesa, esta receta de huevos rellenos a la donostiarra típica del norte de España (una de muchas recetas de huevos rellenos) es una de las mejores elecciones que se pueden hacer por varias razones.
Lo primero es que están buenísimos y gustarán a todo el mundo y lo segundo es que se pueden dejar preparados con antelación y así gratinar en el último momento para poder disfrutar de los nuestros y no tener que estar enredando en la cocina.
Además, es que nos permiten utilizar todos los restos de platos con gambas y bacalao que hayamos estado teniendo durante las fiestas o en cualquier otro momento. Esta receta de huevos rellenos, si me apuras, es de las mejores formas de comerlos. Tanto es así que, parafraseando a Ramón Gómez de la Serna (con alguna que otra licencia); “ojalá tuvieran hueso para contar los que uno se come”. Como tantas otras recetas vascas, además de llevar bacalao, es una preparación de origen popular que adquirió gran relevancia y su elaboración traspasó fronteras adaptándose al gusto y maña de cada uno.
He empezado diciendo que esta receta vale muy bien para celebraciones, y no sólo por el hecho de poder dejarlos preparados con algo de antelación, sino porque también es una muy buena manera de aprovechar y reciclar los restos de estas fiestas. Gambas, langostinos, nécoras, o cualesquiera otros mariscos que han sobrado sirven con muy buenas y honrosas maneras a la causa del relleno.
Puede ser que cualquier alimento susceptible de rellenar tienda a catalogarse como un alimento algo viejuno, y tanto que lo es. Pero no del siglo pasado, no, sino que más bien de 1599, cuando Diego Granado lo escribió en su libro de Arte Cozina. Un plato de ilustre historia que se ha ido adaptando a los ingredientes y el tiempo de cada época, pero que nunca pasa de moda. Siempre será un plato icónico de las merendolas y del aprovechamiento.
Cómo hacer huevos rellenos gratinados
Ingredientes
Para la bechamel
- Harina de trigo, 30 g
- Mantequilla, 30 g
- Leche entera, 500 ml
- Sal, c/s
- PImienta blanca, 1 cucharadita
- Queso rallado para gratinar, 3 cucharadas
- Huevos, 4 ud
- Langostinos 500 g
- Cebolla, 1 ud
- Dientes de ajo, 3 ud
- Migas de bacalao desalado, 100 g
- Orégano, 1 cucharadita
- Sal, si fuera necesaria
- Aceite de oliva, 2 cucharadas
Paso 1
Cocer los huevos y pochar la cebolla. Añadir a la cebolla los langostinos y el bacalao y triturar.
Paso 2
Preparar la bechamel.
Paso 3
Rellenar los huevos cocidos con la mezcla. Cubrir con bechamel y añadir el queso por encima.
Paso 4
Gratinar
Paso 1
Lo primero será cocer los huevos en agua hirviendo. Cuando hierva el agua introducir con cuidado los huevos y bajar la fuerza porque si hierve mucho correremos el riesgo de que se nos rompan. Dejar cocinar 10 minutos y enfriar rápidamente. Pelar y cortar por la mitad. Reservar las yemas cocidas por un lado desmigándolas.
Paso 2
Por otro lado, pelar la cebolla y picarla muy finamente. Igual hacer con los dientes de ajo. Pochar la cebolla y el ajo en una sartén con el aceite y un poco de sal a fuego muy bajo hasta que queden bien tiernos. Cuando esté muy blandita añadir las gambas y cocinar con la cebolla, añadir también las migas de bacalao desalado y mezclar bien.
Paso 3
Condimentar el relleno con el orégano y sal si hiciera falta y triturar. Rellenar con eso mismo los huevos, que queden con copete.
Paso 4
Por otro lado, preparar la bechamel de manera tradicional. Calentar la leche hasta que esté a punto de hervir en una olla y en otra derretir la mantequilla y cocinar a fuego suave la harina en ella, removiendo constantemente para que no se queme, durante 3 minutos. Incorporar entonces la leche y continuar mezclando muy bien subiendo la potencia del fuego, hasta conseguir una salsa densa. Condimentar a punto de sal y pimienta blanca.
Paso 5
Cubrir los huevos con la bechamel y terminar por encima con el queso rallado. A la hora de servir sólo tendremos que introducir los huevos en el horno precalentado a 180 ºC con el grill encendido y dejarlos unos 10 minutos, que se doren por encima y cojan bien de temperatura en su interior. Los podremos dejar en la nevera preparados para este paso final.