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Hace un año que se acabó el tapeo en las barras de los bares en España, esas reuniones a la hora del aperitivo para disfrutar de un vermut o unas cañas fresquitas picoteando aceitunas, banderillas, patatas fritas o el aperitivo más popular del local en plato compartido sobre las barras atestadas de gente.
Ahora, que la distancia social es o debería ser una máxima, las reuniones han disminuido el número de miembros y se han trasladado a las terrazas o al ámbito privado de las casas. Y, para esos momentos de ocio en casa, una receta muy sencilla que, además, es muy fácil y se hace en un momento.
Estos crespillos murcianos son especialmente típicos de las localidades de Cartagena y Lorca, donde se pueden comprar en casi cualquier panadería. Son unas galletas saladas a las que se les da un toque de pimentón y que para hacerlas solo se necesitan unos pocos ingredientes que casi siempre suele haber en las casas.
Aparte de ser muy fáciles, si se guardan en una bolsa de celofán dentro de un táper que cierre bien o en bote con cierre hermético para galletas aguantan varios días crujientes. aunque os advierto que son bastante adictivos y lo difícil serán que no se acaben en pocos días.
Aunque los tradicionales solo llevan pimentón dulce, podemos darles un punch de sabor si les damos un toque personal con un poco de pimentón picante o cayena molida.
Cómo hacer crespillos, las galletas saladas de pimentón típicas de Murcia
Ingredientes
- Harina de trigo, 250 g
- Aceite de oliva virgen extra, 100 ml
- Vino blanco, 50 ml
- Agua, 50 ml
- Sal, 5 g
- Pimentón dulce, una cucharadita
- Impulsor químico tipo levadura Royal, 1/2 cucharadita
- Sal en escamas, para espolvorear
- Cayena molida (opcional)
Paso 1
Mezclar la sal y el pimentón con los líquidos.
Paso 2
Añadir la harina mezclada con el impulsor, mezclar, amasar ligeeramente y formar una bola. Envolver en film y dejar reposar media hora.
Paso 3
Estirar la masa, cortar los crespillos, colocarlos en una bandeja de horno, pintar con huevo, espolvorear con sal.
Paso 4
Hornear a 180 ºC hasta que estén dorados, espolvorear con cayena molida y enfriar en rejilla.
Paso 1
En un bol amplio ponemos el pimentón dulce y la sal. Añadimos el agua poco a poco removiendo con unas varillas para que la sal y el pimentón se disuelvan bien. Añadimos también el vino blanco y el aceite de oliva virgen extra y lo mezclamos todo bien con las varillas.
Paso 2
Mezclamos la harina con el impulsor y la tamizamos sobre la mezcla de líquidos.
Paso 3
Mezclamos todo con ayuda de una cuchara de madera y amasamos ligeramente hasta que podamos formar una bola. No conviene amasar demasiado porque no nos interesa desarrollar el gluten, pues eso haría que las galletas quedasen correosas. Cuando tengamos nuestra bola de masa, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar durante una media hora en un sitio fresco o en la nevera si hace mucho calor.
Paso 4
Estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta tener una lámina de menos de medio centímetro de espesor y cortamos los crespillos con ayuda de un cortapastas o de un cuchillo. En Cartagena se les suele dar forma redonda mientras que en Lorca suelen ser cuadrados, pero se les puede dar la forma que a uno más le guste. La ventaja de darles forma cuadrada, rectangular o de rombo es que no nos sobrarán recortes que tengamos que reamasar.
Paso 5
Colocamos los crespillos sobre una bandeja forrada con papel de horno y dejando separación entre ellos, los pinchamos un poco con un tenedor, los pintamos con huevo batido y espolvoreamos con la sal en escamas.
Paso 6
Horneamos en horno precalentado a 180 ºC durante unos 20 minutos o hasta que veamos que están doradas nuestras galletas de pimentón. Como cada horno es un mundo, los tiempos de horneado son siempre orientativos y la primera vez que los hagáis debéis estar pendientes para calcular el tiempo que necesitan en vuestro horno.
Paso 7
Cuando estén listos los crespillos los sacamos del horno, los espolvoreamos con un poco de cayena molida (opcional) y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando estén fríos estarán mucho más crujientes y podremos guardarlos en un táper o bote que cierre muy bien.
Paso 4