Viajamos desde España hasta el país galo para descubrir una de las recetas de acompañamiento más típicas de la zona de Saboya, un pastel de patata y queso - generalmente Reblochon - al que añaden beicon y cebolla que es tremendamente fácil de hacer y absolutamente goloso. No es precisamente ligero, no, pero de vez en cuando hay que contrarrestar todas esas recetas ligeras que preparamos a lo largo de la semana con suculentos manjares para días especiales.

La historia del tartiflette es curiosa porque este pastel de patata tomó muchísima notoriedad allá por 1980 cuando el sindicato interprofesional del queso decidió utilizarlo como receta bandera para promover el consumo del Reblochon y ahora se ha extendido su elaboración y consumo por todo el país.

Pero no sólo de Reblochon vive el hombre y lo cierto es que la crema de queso azul le va de maravilla igual que terminarlo con otros quesos como raclette, brie o incluso algún manchego o mozzarella. Sin duda, lo que está claro es que el éxito de los platos de patatas al horno es inigualable. 

Cómo hacer pastel de patata y queso azul

Ingredientes

  • Patatas medianas, 5 ud
  • Panceta curada o beicon en taco, 100 g
  • Nata líquida, 200 ml
  • Queso azul tipo La Peral, 50 g
  • Cebolla, 1 ud
  • Queso Reblochon o similar, 150 g
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s

Paso 1

Cocer las patatas, pelarlas y cortarlas.

Paso 2

Dorar la panceta y añadir la cebolla y pochar.

Paso 3

Preparar la salsa de queso.

Paso 4

Disponer todos los ingredientes y hornear.

Paso 1

Cocer las patatas con piel durante 15-20 minutos o hasta que estén tiernas. Es importante cocerlas con piel para que no absorban mucha agua. Cuando todavía estén calientes, pelar para que resulte más fácil, con cuidado porque nos quemaremos ligeramente los dedos. Habrá que cocerlas el tiempo suficiente para que la patata esté tierna pero no demasiado, para que luego la podamos cortar en rodajas. Tendremos que ir controlando el punto pinchando las patatas con un cuchillo muy afilado o con un punzón o brocheta fina. 

Paso 2

Pelar la cebolla y cortarla en juliana o en tiras finas. Cortar la panceta, o el beicon, en dados gruesos y freír en una sartén sin aceite a fuego medio para que se dore y funda toda su grasa. Se dorará en su propia grasa. Pasados unos 5 minutos, cuando esté cocinada, retirar un poco de esa grasa que ha soltado y agregar la cebolla cortada en juliana o tiras. Sazonar y cocinar 5 minutos más para que la cebolla se poche, a fuego suave removiendo de vez en cuando.

Paso 3

En un cazo, añadir la nata y llevar a punto de ebullición con cuidado porque se quema muy fácilmente. Incorporar el queso azul y remover con unas varillas hasta que se disuelva y se forme una salsa homogénea y algo espesa. Reservar.

Paso 4

Cuando las patatas estén peladas, cortar en rodajas de, aproximadamente, 2 centímetros. Sazonar con sal y pimienta y disponer en una sartén apta para el horno o en cualquier bandeja o fuente de horno de la que dispongamos. Si queremos despegarlo más fácil de la bandeja recomiendo untarla ligeramente con aceite.

Paso 5

paso 5

Precalentar el horno a 200 ºC con ventilador. Sobre las patatas, colocar el refrito de panceta y cebolla. Regar con la mitad de la salsa de queso azul. Partir el otro queso por la mitad y en cuartos, y colocarlo de forma tal que quede con la piel hacia arriba. Cubrir con la otra mitad de salsa de queso azul.

Paso 6

Hornear nuestro pastel de patata y queso azul durante 15 minutos a 200 ºC o hasta que se dore bien por encima, podríamos ayudarnos con el grill.