Los usos del aguacate, esa fruta exótica que hasta hace unos años no veíamos ni en pintura y ahora abunda en todas partes, son muchos más que incorporarlo a una ensalada (que pueden quedar vistosísimas, ojo) o hacer guacamole. Untado o machacado y añadido a una tostada de pan con unas gotas de limón, aceite y sal, me parece la alternativa perfecta a un desayuno con la típica tostada con mantequilla, o para una cena rápida y ligera si se le incorpora, además, salmón ahumado por encima.

Lo que quizá no imaginemos es que esa fruta se puede emplear en muchas más elaboraciones, y no solo en crudo sino aplicando calor en ella. Se puede cocinar a la brasa, horno, rebozar como es el caso de la receta de hoy, e incluso incorporar a elaboraciones dulces, como pueda ser una mousse de chocolate. 

Es especialmente importante, a la hora de consumirlos, su punto de maduración, pues no son amables de comer tanto si están muy duros, como muy pasados. Al tacto, se notará duro en caso de no estar aún maduro, o blando si está pasado, pero el truco, para no estar manoseándolo, es quitarles el rabillo. Si el hueco que deja este está muy verde, es señal de que aún le falta maduración, y si es marrón, está pasado. El punto óptimo será encontrar un color verde amarillento. En casa, lo mantendremos fuera de la nevera hasta que esté maduro, pues si lo guardamos en el refrigerador, se detendrá su maduración y se mantendrá duro como una piedra.

Para pelar el aguacate, lo cortaremos a lo largo deslizando el cuchillo desde la piel hasta el hueso. Separaremos las dos mitades girando cada una hacia un lado, quedando el hueso en una de ellas. Para sacar el hueso, clavaremos la hoja del cuchillo con un movimiento seco, giraremos y saldrá solo.

Ya solo nos falta separar la carne de la piel, para lo que utilizaremos una cuchara. Y ya se puede consumir al gusto. Para esta receta, lo cortaremos en bastones de un dedo de grosor, y pasaremos por harina de arroz, leche y después por una mezcla de pan rallado con ajo en polvo, orégano, sal y pimienta negra y diferentes semillas, para luego llevar al horno hasta que esté dorado y crujiente.

Es un magnifico aperitivo, para untar en casi cualquier salsa. La que yo os propongo, la elaboraremos a base de mezclar mayonesa, mostaza, kétchup picante y salsa teriyaki.

No es un alimento que se conserve en óptimas condiciones. Una vez rebozado se ha de consumir en el momento. Igualmente, si no queréis utilizar todo el aguacate para rebozar, es mejor que lo dejéis en su propia piel, preferiblemente en la mitad que sale con el hueso, sin haber quitado este tampoco, y llevar a la nevera tapándolo con papel film. Se puede conservar también en agua, evitando así la oxidación por aire, aunque le cambiará un poco la textura haciéndola un poco más pastosa.

Cómo hacer aguacates crujientes

Ingredientes

  • Aguacate, 1 ud
  • Harina de maíz o de arroz, 100 g
  • Leche, 100 ml
  • Pan rallado con hierbas, 150 g
  • Sal, c/s
  • Mezcla de semillas triturada, 2 cucharadas (chía, lino, amapola...Opcional)

Para la mahonesa picante

  • Mahonesa, 4 cucharadas
  • Ketchup picante, 1 cucharada
  • Salsa sriracha, 1 cucharadita
  • Mostaza, 1 cucharadita
  • Salsa teriyaki, 1 cucharadita

Paso 1

Rebozar el aguacate en el pan rallado

Paso 2

Hornear el aguacate

Paso 3

Mezclar todos los ingredientes de la mahonesa

Paso 4

Acompañar el aguacate con la mahonesa

Paso 1

Cortar el aguacate por la mitad, quitar el hueso y pelar. Cortar el aguacate en trozos, o bien a lo largo o bien a lo ancho.

Paso 2

Pasar el aguacate primero por la harina, luego por la leche y para terminar por la mezcla de pan rallado con semillas. 

Paso 3

Disponer el aguacate rebozado en una bandeja de horno sobre un papel de horno e introducir en el horno, precalentado a 230 ºC durante unos 10 - 15 minutos o hasta que veamos que el rebozado empieza a tomar color.

Paso 4

Mientras tanto, mezclar todos los ingredientes de la mahonesa picante en un bol: mahonesa, kétchup picante, salsa sriracha, mostaza y salsa teriyaki. Añadir la cantidad de picante al gusto de cada uno.

Paso 5

Servir el aguacate recién salido del horno, que estará tostado y crujiente, con la salsa al lado para mojar en ella. Os recomiendo añadir un poco de sal por encima al aguacate y también un poco de ralladura de lima porque le da un punto estupendo.