Si hablamos del alga nori, probablemente lo primero que nos venga a la mente sea el sushi. Lo primero, y quizá lo único, pues este producto marino, que empezó cultivándose en los mares de Japón y ahora se cultiva incluso en España, es bien conocido por ser esa lámina oscura que sujeta los rollos de maki evitando que se desmoronen, pero pocos más registros tenemos sobre la misma.

De sabor salado, se utilizan también en sopas o como sazón, para realzar el sabor de los platos por su aporte de umami, y están llenas de vitaminas y minerales. No es, en ninguno de estos casos, el ingrediente principal pues parece que una simple alga no puede dar más sí.

Llegó entonces el gigante de los supermercados, Mercadona, y, entre su oferta de aperitivos empezó a comercializar un snack con estas algas, que se podría definir como adictivo hasta tal punto que uno se come un paquetito de las mismas sin inmutarse. Para los que no lo conocen, hablamos de dos láminas de alga nori, ligeras, saladas, barnizadas con un dulce sirope hecho a base de mirin y soja, que encierran un crujiente arroz inflado. La mezcla no puede ser más perfecta.

Para hacerlas en casa, necesitaremos desplazarnos hasta algún supermercado donde vendan productos asiáticos. Las hojas de alga nori las encontraremos envasadas, y enteras tendrán un formato similar al de un folio, de color verde muy oscuro ligeramente brillante. Nos haremos allí, igualmente, con la salsa de soja, y el mirin, un tipo de vino de arroz de color dorado y dulce en boca.

El arroz inflado podemos comprarlo en herbolarios, o hacerlo casero, aunque también puede sustituirse por quinoa suflada. De igual manera, en Asia estas algas se hacen también con diferentes frutos secos muy picados dentro, como almendras o nueces. El único secreto será dejar la combinación en el horno el tiempo suficiente para que se seque bien y se quede lo suficientemente crujiente. Cuanto más fino el relleno, menos tardará.

También habrá que calibrar muy bien la cantidad de pegamento que se pone dentro, porque influirá mucho en esto mismo que se comenta. Y a la hora de almacenar este aperitivo exótico, sería bueno hacerlo en un lugar lejos de la humedad, para que no se pierda el crujiente de las algas.

Si preferís versiones más clásicas de picoteo, podéis optar por preparar unos raviolis crujientes, un paté de brócoli y macadamia o unas patatas crujientes con salsa de aguacate. Aún así, no se debe pensar en estos snacks de algas solo como un aperitivo porque son geniales también para romper por encima de un bol de arroz con un huevo frito y dar al plato una fuerza de umami maravillosa.

Receta de snack de algas crujientes

Ingredientes

  • Láminas de nori, 8 ud
  • Arroz o quinoa suflada, 60 g
  • Sésamo tostado, 10 g
  • Maltosa o miel, 50 g
  • Salsa de ostras, 1 cucharada
  • Salsa de soja, 1 cucharada
  • Mirin, 2 cucharadas

Paso 1

Preparar el sirope

Paso 2

Extender sobre las algas

Paso 3

Poner los crujientes y rellenar.

Paso 4

Hornear y cortar.

Paso 1

Mezclar todos los ingredientes del pegamento en un cacillo y calentar muy levemente para que todo se integre. Dejar enfriar completamente.

Paso 2

Sobre una hoja de nori, extender una capa fina de la melaza y poner por encima la quinoa suflada o el arroz. Añadir también el sésamo.

Paso 3

Poner otra capa de alga nori por encima y presionar fuerte con la ayuda de un rodillo. Para que quede lo más liso posible y bien pegado. Incluso se puede poner un poco más de melaza por encima de los toppings.

Paso 4

Precalentar el horno a 90 ºC, con el ventilador encendido, y llevar las algas al horno sobre una rejilla. Dejar allí hasta que esté completamente seco, tardará aproximadamente unos 45 minutos.

Paso 5

Sacar del horno y cortar en láminas, con la ayuda de unas tijeras.