Las patatas fritas de bolsa son el snack o aperitivo más popular. Según el Informe del Consumo Alimentario en España en 2022, las patatas fritas y los aperitivos salados representan el 55,1 % de los que se consumen en nuestro país, por delante de frutos secos, chocolatinas y caramelos.

En total, según los datos de este informe, los españoles consumimos de media 0.93 kg por persona y año, una cifra que no varió respecto al año anterior.

A la vista de estos datos, no nos queda duda de que las patatillas de bolsa nos encantan en cualquier picoteo y siempre nos alegran la hora del aperitivo y del tardeo veraniego.

Muchos intentan prepararlas en casa para poder controlar las cantidades de sal y de grasas y, así, conseguir versiones más saludables, pero el resultado no siempre es el esperado. Freír patatas -lo mismo sucede con los huevos- es de esas cosas que, a simple vista pueden parecer muy fáciles, pero luego cuando uno se pone manos a la obra de da cuenta de que algo había que saber.

Si nos limitamos a cortar patatas, echarlas en aceite caliente y vigilarlas para que no se quemen no siempre llegaremos a las patatas fritas que deseamos, crujientes, doradas pero no tostadas y, por supuesto, nada grasientas o pringosas. Pero todo esto se puede conseguir sabiendo unas cuantas cosas y aplicando algún pequeño truco como el que os vamos a contar a continuación.

¿Por qué no me quedan crujientes las patatas fritas?

Pueden ser varios los motivos, pero hay uno que se repite muy por encima del resto. Si queremos freír patatas, necesitamos patatas que soporten la fritura. Cualquier patata no sirve para freír, porque podemos acabar con unas patatas blandurrias y grasientas o, pero todavía, un amasijo extraño en la sartén.

Unas patatas nuevas con la piel muy fina que quedarían deliciosas en un asado, serán un fracaso como patatas fritas. Patatas muy ricas en azúcares tampoco nos sirven, pues éstos caramelizarán dejando unas patatas fritas de un color marrón poco atractivo.

Las que mejor resultado dan son algunas variedades de maduración tardía y semitardía, como las Baraca, Monalisa, Kennebec, Spunta, Caesar, Bintje, Draga, Felix, Nagore y Agria, especialmente, esta última es, tal vez, la mejor de las opciones.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que el almidón, que tan buen resultado da cuando hacemos un guiso y chascamos las patatas para que lo suelten en el caldo y lo espesen, no es buen amigo de las patatas fritas y ahí está la clave y el truco, antes de freírlas tenemos que hacer algo para eliminarlo.

Así quedan las patatas fritas en sartén cuando aplicas este truco Mer Bonilla

Ingredientes para hacer las patatas fritas más crujientes de tu vida

  • Patatas para freír, 300 g
  • Agua, 2 litros
  • Vinagre blanco que no sea balsámico
  • Aceite para freír
  • Sal y/o especias al gusto

Paso 1

En una olla, ponemos a hervir dos litros de agua con tres cucharadas de vinagre.

Paso 2

Mientras el agua se está calentando, pelamos las patatas y las cortamos de la forma deseada. Si queremos hacer patatas chips, una mandolina es de gran ayuda.

Paso 3

Según vamos cortando las patatas las vamos dejando en un bol de agua fría con dos cucharadas de vinagre para que no se oscurezcan.

Paso 4

Cuando el agua que habíamos puesto a hervir esté hirviendo a borbotones, echamos 2 cucharaditas de sal y las patatas que teníamos a remojo bien escurridas. Esperamos a que rompa a hervir de nuevo y las dejamos un minuto.

Paso 5

Retiramos del fuego, las escurrimos bajo el chorro de agua fría y las pasamos a un bol con agua helada (agua fría con algún cubito de hielo).

Paso 6

Ponemos el aceite a calentar, vamos sacando las patatas y secándolas bien (yo utilizo un paño de cocina limpio). Cuando el aceite empiece a humear, las vamos echando poco a poco. No debemos freír muchas de cada vez para que el aceite no pierda temperatura y para que se hagan antes.

Paso 7

Retiramos cuando empiezan a dorarse (2-3 minutos) y vamos colocando en un bol. Sazonamos al gusto.

Paso 8

Truco Cocinillas

Si hemos tenido que freír muchas tandas y vemos que, cuando vamos a servirlas, las primeras ya se han enfriado, lo que haremos será, al finalizar, llenar un colador grande con todas las patatas que quepan y sumergirlo unos segundos en el aceite muy caliente. Si son patatas chips, se pueden servir frías.