- Total: 20 min
- Comensales: 4
En Andalucía es común utilizar una de las acepciones del verbo marear que hace referencia a la comida y es un sinónimo de rehogar. Se trata de una forma muy gráfica de expresar lo que hacemos cuando cocinamos algo en una olla o sartén removiendo con frecuencia como si, efectivamente, estuviésemos mareando la comida.
Eso es lo que vamos a hacer para preparar esta receta de garbanzos mareados, o garbanzos mareaos como sonaría en el habla andaluza, que también recibe el nombre de morrococo y es típico de Jaén como la pipirrana.
Es un plato hecho con garbanzos que recuerda muchísimo al hummus, no solo en aspecto, sino también en el uso del comino como especia para potenciar su sabor. Por la forma de prepararlo también guarda muchas similitudes con los frijoles refritos mexicanos, que se elaboran también mareándolos en la sartén con un sofrito de ajo y cebolla con salsa de tomate y comino. Vais a ver que los garbanzos mareados de Jaén son los frijoles refritos cambiando frijoles por garbanzos.
De tanto "marearlos" los garbanzos del morrococo acaban deshechos como si fueran un puré, es por eso por lo que, pese a ser una receta de legumbres, resulta fácil de digerir. Consumir las legumbres trituradas mejora su digestibilidad. Es esta, además, una de las formas más efectivas para que aquellos que no son amigos de potajes o ensaladas las puedan disfrutar.
Aparte de los garbanzos, que son una fuente de proteínas vegetales, este plato popular incorpora salsa de tomate, que es rica en licopeno, un pigmento carotenoide que es un potente antioxidante que podría ayudar a las células a protegerse del daño oxidativo.
Este plato, popular como receta de aprovechamiento, se puede consumir caliente y puede ser un entrante maravilloso en invierno o frío como aperitivo en verano, pues, al igual que el hummus está riquísimo si se utiliza para mojar crackers de pan o regañás.
Ingredientes para hacer garbanzos mareados
- Garbanzos cocidos, 1 bote grande (400 g)
- Salsa de tomate, 6 cucharadas
- Cebolla, 1 ud
- Comino molido, 1/2 cucharadita
- Pimentón dulce, 1/2 cucharadita
- Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
- Caldo de verduras, opcional
- Sal
Paso 1
Pelamos la cebolla y la picamos muy fina.
Paso 2
Ponemos a calentar una sartén con el aceite, añadimos la cebolla y la sofreímos hasta que esté transparente.
Paso 3
Agregamos los garbanzos bien escurridos. Si son de bote conviene enjuagarlos antes.
Paso 4
Cocinamos los garbanzos durante 5 minutos removiendo constantemente mientras vamos aplastando los garbanzos contra el fondo de la sartén.
Paso 5
A continuación, añadimos el pimentón, el comino, la salsa de tomate y, si es necesario, un poco de sal para ajustar el punto de sazón.
Paso 6
Cocinamos durante dos o tres minutos más a fuego moderado removiendo sin parar para que no se pegue.
Paso 7
Podemos servirlo así o pasarlo por la batidora para conseguir una textura más fina. Si queremos una textura más ligera podemos añadir un poco de caldo.