Cada vez más, afortunadamente, oímos el término vino de pago, pero ¿qué es realmente? Os dejamos algunos apuntes que pueden dar un poco de luz al tema.
Hasta hace poco, no por el hecho de llamarse Pago de (lo que sea) se trataba necesariamente un vino de pago. Afortunadamente en la actualidad, una nueva normativa prohíbe que el nombre de un vino contenga la palabra “pago” si no es un vino de pago. Para empezar, los vinos de pago deben cumplir unos requisitos mínimos, entre los que la variedad, juega un papel muy importante.
¿Qué es un Vino de Pago?
Pero vamos a lo que vamos. Primero debemos saber qué es exactamente un pago, y esto está muy bien especificado en la ley 24/2003 de la Viña y del Vino según la cual, deben cumplirse una serie de criterios para que un vino pueda denominarse así, independientemente de que sean de mayor o menor calidad.
Según define la citada ley, un pago es “un paraje o sitio rural con características edáficas -esto es de composición del suelo- y de microclima propias que lo diferencian y distinguen de otros de su entorno, conocido con un nombre vinculado de forma tradicional y notoria al cultivo de los viñedos de los que se obtienen vinos con rasgos y cualidades singulares”.
Para que un vino pueda denominarse vino de pago:
- Ha de ser elaborado y embotellado por los propietarios – personas o empresas- de los viñedos ubicados en el pago o, con carácter excepcional, por bodegas situadas en las proximidades del mismo.
- El vino solo puede estar elaborado por uvas procedentes de los viñedos ubicados en el pago en cuestión.
- Si en la misma bodega se fabrican otros vinos, el vino de pago tiene que almacenarse y, si es el caso, criarse separado del resto de los vinos.
- Tiene que implantarse un sistema de calidad integral que se aplica desde la producción de las uvas hasta la puesta en el mercado del vino de pago.
- Deben mantener al menos durante cinco años el mismo nombre oficioso, que se hará oficial al obtenerse la calificación de vino de pago.
- Deben haber estado previamente en una Denominación de Origen y haber gozado de buena reputación durante al menos 10 años.
La misma ley solo recoge algunas zonas de España por Comunidades en las que puede solicitarse la Denominación de Origen Protegida Vino de Pago y entre ellas no están ni la Rioja, ni la Ribera del Duero, ni Jerez. Esto quiere decir que vinos como el Único de Vega Sicilia en Ribera, Cirsión en Rioja o los Grandes Amontillados de Macharnudo no son Vinos de Pago.
Sin duda, entre estas tres Denominaciones de Origen no recogidas por la ley, podemos encontrar enormes vinos pero que no pueden llamarse vino de pago. Claro que hecha la Ley, hecha la trampa. Un grupo de bodegas ha creado una Asociación denominada Grandes Pagos de España (que es únicamente un nombre comercial, no oficial) que aglutina vinos de 25 bodegas, entre los que podemos encontrar vinos de pago y otros que no son vinos de pago.
Para rizar aun más el rizo, la Denominación de Origen Protegida Cava ha creado una nueva categoría que es el Cava de Paraje que tiene una filosofía muy similar (salvando las diferencias) y que busca el reconocimiento a la calidad y a la trayectoria en sus espumosos con los requisitos que deben cumplir estos cavas, entre ellos una edad mínima del viñedo de 10 años, un rendimiento máximo de 8.000 kilos por hectárea y una vendimia manual.
Otros requisitos indispensables son el que sea elaborado en la propiedad, un rendimiento de extracción máxima por hectárea de 48 hectolitros, una calificación del vino base, una crianza mínima de fermentación en botella de 36 meses y trazabilidad integral desde la viña hasta su comercialización, entre otros aspectos. Podemos encontrar Cavas de Paraje como el Nuria Claverol de Sumarroca o el III Lustros de Gramona, de excelente calidad ambos, pero no son Vinos de Pago.
Entonces ¿cómo podemos saber si un vino es de pago o no?
Pues básicamente lo vamos a ver en la etiqueta, porque pondrá el nombre del vino (el que sea) y a continuación Vino de Pago. En la contra etiqueta observaremos también una DOP que coincide con el nombre del vino normalmente, como por ejemplo Finca Terrerazo (en la Comunidad Valenciana) y que la Denominación de Origen se llama también Terrerazo.
La pista definitiva es comprobar si pertenece a esta lista que os dejamos a continuación con los vinos que actualmente tienen la calificación de vinos de pago:
- Campo de la Guardia y Dominio de Valdepusa en Toledo
- Casa del Blanco, Dehesa del Carrizal y Pago Florentino en Ciudad Real
- Finca Élez y Pago Guijoso en Albacete
- Pago de Arínzano, Pago de Otazu, Prado de Irache, Pago Finca Bolandín y Pago de Cirsus en Navarra
- Pago de Aylés en Zaragoza
- Pago Calzadilla en Cuenca
- Finca El Terrerazo, Pago Chozas Carrascal, Pago Vera de Estenas y Los Balagueses en Valencia
Hay quien hace la comparativa de los Pagos a los “Cru” o “Grand Cru” franceses, aunque las normativas son diferentes. De vinos tales como el Pingus en Ribera del Duero, Único de Vega Sicilia, tambien en Ribera, L’Ermita de Alvaro Palacios en Priorat o Teso La monja de Toro, probablemente los vinos más emblemáticos y caros de España, se podría pensar que son Vinos de Pago y no. No lo son.