Los vinos chilenos ganan terreno en el mundo y ya están entre los mejores

Dentro del panorama vinícola internacional, los vinos chilenos son de los que están mejor valorados en el mercado. El país más largo del mundo cuenta con múltiples características que lo hacen especialmente adecuado para el crecimiento y desarrollo de viñas de gran calidad que darán como resultado unos vinos excepcionales.

Actualmente Chile se posiciona como el octavo país productor de vino, compitiendo año tras año con los vinos sudafricanos por esta posición, ya que ambos países tienen una cantidad similar de vino producido anualmente. ¡Y los dos tienen unas características que gustan a los amantes del vino de todo el mundo!

Por otro lado, aspectos como la particularidad de sus tierras, el contraste de terrenos que existen a lo largo del país, su clima o su fusión entre tradición y modernidad, son algunos de los que hacen tan especiales los vinos chilenos.

De esta forma, en este artículo pasamos a explicar los motivos que hacen a los vinos chilenos tan importantes dentro de la enología mundial.

Por qué los vinos chilenos son tan buenos

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Contrastes en el país más largo del mundo

Que Chile sea el país más largo del mundo implica que entre su norte y su sur hay una distancia que abarca diferentes y variadas zonas climáticas, así como diversos terrenos.

Entre ellas se distinguen grandes contrastes: algunas se encuentran en lugares cálidos y típicamente veraniegos, sin embargo, otros están cerca de las zonas más frías del continente, muy cerca de la Patagonia. Es una zona de contrastes, pero no llegan a ser completamente opuestos. Entre los diferentes lugares del país hay también elementos ambientales y naturales que cohesionan los terrenos de uno y otro punto de Chile, como veremos a continuación.

A lo largo de los 4.300 kilómetros de longitud que encontramos entre punta y punta del país se diferencian distintas zonas vinícolas: la zona del norte de Chile, los valles costeros, la zona central y los valles sureños.

Clima

Ya hablábamos de que en Chile encontramos las franjas costeras más largas del mundo. Y sí, el clima varía bastante entre el norte y el sur del país. Sin embargo, en general, las temperaturas tienden a ser cálidas y los días, soleados. Además, hay algo que tienen en común muchas de las zonas de este lugar. Y es precisamente esa corriente de brisas marinas que refrescan los viñedos. Aunque en mayor o menor medida, este fenómeno meteorológico influye a la mayor parte de las cepas del país, lo hace de manera más acusada en las cultivadas a pocos kilómetros de la costa. Es el caso de variedades como Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay, así como Pinot Noir o Syrah. Así, estas corrientes marinas suavizan las temperaturas en verano y se consiguen uvas con mucho equilibrio y carácter.

También es importante la presencia de Los Andes, una cordillera que funciona como regulador de las temperaturas que vienen genial para el desarrollo de los viñedos, de los que saldrán los vinos chilenos.

Historia y tradición

Aunque parece los vinos chilenos se han puesto de moda desde hace pocas décadas, lo cierto es que su historia se remonta siglos atrás. Desde aproximadamente el siglo XVI podemos encontrar una tradición enológica en diferentes variedades y zonas del país. De hecho, su cepa más antigua lleva el nombre de País y ya la han hecho, prácticamente, suya.

Con todo, podemos afirmar que en Chile llevan cultivando y cuidando sus viñas desde hace unos cuantos cientos de años, por lo que no es de extrañar que hoy en día se hayan convertido en uno de los vinos mejor valorados del mundo. La mayoría de las cepas que más vinos producen provienen del sur de Francia. Esas variedades, combinadas con las condiciones ambientales y naturales tan especiales de Chile, da como resultado unos vinos únicos.

Pero también juventud y nuevas experiencias

En los vinos chilenos podemos encontrar la unión y la combinación más armoniosa de tradición y modernidad. Porque sí, hay cepas con mucha historia, pero el interés en estos tintos y blancos se ha acrecentado en las últimas décadas. Son muchos los especialistas locales y extranjeros que investigan dentro del ámbito de la enología chilena. Buscan nuevos aromas, nuevas mezclas de variedades y nuevos sabores. Nuevas técnicas, sin dejar de lado la tradición que caracteriza a muchas de sus cepas, ofrecen un amplio abanico de opciones y unos vinos variados donde los haya.

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Resistente a plagas

Si pensamos en la ubicación geográfica de Chile, podemos ver que es un país del sur del globo, rodeados de importantes barreras naturales. Por ejemplo, el Océano Pacífico al oeste; el desierto de Atacama al norte o las montañas de Los Andes al este, así como el hielo antárticos al sur, mantiene a esta zona libre de plagas o enfermedades vinícolas.

Mejores variedades y vinos chilenos que puedes encontrar

Cabernet sauvignon

Sin duda, una de las cepas más populares y apreciadas de los vinos de Chile es la Cabernet Sauvignon. Existe la cepa que nos da vino tinto y también la que da como resultado el vino blanco. Esta última, la de los vinos blancos, es predominante en el norte y este de Santiago. Recordemos además que es una de las variedades más populares a nivel mundial.

Podemos adquirir algunos vinos chilenos Cabernet Sauvignon tinto como los siguientes.

Y algunos Sauvignon Blanc, son los siguientes:

Merlot

Otra de las cepas características de los vinos chilenos es la Merlot, que proviene de Francia, igual que la Cabernet Sauvignon. El sabor y el aroma son más suaves que en los vinos elaborados con la anterior variedad.

Chardonnay

Volvemos a los blancos para encontrarnos con una de las mejores cepas del mundo en este tipo de vinos. Es, también, una de las más presentes en todo el mundo. En Chile disponen de las condiciones climáticas más adecuadas para cultivar esta variedad, por lo que es una de las que destaca sin duda sobre las demás.

Como vemos, las variedades que más destacan en los vinos de Chile son las francesas y aquellas más presentes en todo el mundo. La gran mayoría de ellas proceden de Francia. Pero no debemos olvidarnos de las cepas más típicas chilenas, como la País, que hemos comentado anteriormente. Si bien es cierto que esta uva, también conocida en otros lugares como chica criolla, no es muy apreciada. Abunda en las zonas de Maule y Bio Bio, en el sur, y más allá de su tradición, no resulta destaca por su excelente sabor ni delicado aroma.

Hasta aquí nuestra justificación teórica sobre por qué los vinos chilenos se configuran como unos de los más importantes del mundo. Pero como siempre, en cuestiones de enología, lo mejor es pasar de la teoría a la práctica, y probar algunos de estos tintos y blancos para poder opinar con conocimiento de causa. ¿Qué os parece a vosotros el sector vinícola chileno?