- Total: 2 h 30 min
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Hay dos recetas que me encanta preparar cuando tengo visita en casa y organizo una comida o cena: Cordero y cochinillo asado. No las dos a la vez, me refiero a una de ellas, que si no tendría amigos con serios problemas de salud ahora mismo.
Ingredientes
- Cordero
- Agua
- Sal gorda
A la gente le encanta, y un buen asado no tiene precio. El cordero y el cochinillo están muy bien valorados, y es imposible quedar mal preparando uno de estos platos. A menudo se ha confundido este hecho con que es una receta difícil, posiblemente unido a la manipulación de una pieza tan grande. Pero vamos a acabar con este mito, porque preparar un asado de cordero al horno es mucho más fácil de lo que parece, y ya lo vimos con la receta del cochinillo asado.
Vais a ver que es cuestión de tener unas horas que dedicarle al asado de cordero para vigilarlo de vez en cuando y hay poco más que meterlo al horno y darle la vuelta entre medias. De verdad, poca más magia hay. Existen otras recetas más complicadas y asarlo a la leña es un nivel totalmente diferente, pero hoy vamos con una para todos los públicos.
Preparación del cordero asado al horno
Lo primero es hacernos con la pieza de cordero que queremos asar. Las dos más típicas son el costillar y la pierna de cordero (a poder ser lechal, mucho más rico, tierno y jugoso), y lo que varían son los tiempos. Se parecen, pero hay que tener cuidado. Además, cada horno es un mundo, y al ser un asado que lleva un tiempo alto, cada pequeña variación supondrá diferencias grandes en tiempo a lo largo del proceso.
Que no os asuste esto. Yo muchas veces hago el cordero con el horno a menos de 100ºC, pero requiere muchas horas y es un proceso más pesado. Lo que quiero que entendáis de esto es que la carne se va a hacer igualmente bien, son diferentes formas que dan diferentes resultados. Mientras no lo tengáis demasiado alto no hay problema, porque esto puede provocar que la carne quede hecha por fuera y excesivamente cruda por dentro.
Un truco avanzado para hacer cordero es dejarlo ligeramente rosa por dentro. Hay gente que adora el cordero así preparado, pero con un asado requiere experiencia y conocer bien nuestro horno. No vamos a entrar en esta técnica, pero no es más que hacer unos cuantos asados e ir aprendiendo cómo funciona nuestro horno exactamente hasta que conseguimos una relación perfecta entre tiempo y temperatura. Desde mi punto de vista no soy partidario de hacer así una pieza entera asada, dejo esa técnica para recetas en las que se uso solo un trozo o la pierna troceada, que es mucho más fácil de controlar.
Pues dicho todo esto no tenemos más que coger una bandeja de horno y llenarla con 2 milímetros de agua. Tenemos que inventar algún método para que la pieza de cordero no esté en contacto con el agua, por lo general una rendija metálica. Este agua se evaporará durante el asado hidratando la pieza de cordero para que quede mucho más jugosa y a la vez suelte aquí su grasa para conseguir una salsa increíble.
Podemos añadir especias, laurel y ajo al agua, aunque yo no hecho nada. Alguna vez me puede la tentación y lo hago, pero siempre me acabo arrepintiendo, ya que como más me gusta es solo, ya que se destaca mucho más el sabor del cordero.
Antes de introducir el cordero al horno tenemos que salar la pieza con sal gorda. Simplemente echad unas gotitas de agua sobre la carne y untad la sal por encima, sin que coja demasiado pero sin preocuparos del exceso, ya que es muy difícil que se nos quede salado usando sal gorda. La comparación sería como la de hacer un masaje al cordero con la mano llena de sal, y la que se quede pegada es la necesaria.
Precalentamos el horno a 200ºC, introducimos el cordero con la parte interior del cuerpo hacia arriba y lo bajamos a 180ºC. Estará así más o menos una hora, y cuando la carne tenga un tono blanco que indica que se está haciendo sacamos del horno, lo giramos y volvemos a introducir más o menos una hora más. Esta es la pinta más o menos que tiene cuando hay que darle la vuelta:
Vamos a saber perfectamente cuándo está hecho el cordero, porque ya tiene la pinta que debería con sus toques dorados. Pero aún nos queda un último toque, ya que vamos a subir la temperatura al máximo durante uno o dos minutos, para tostar ligeramente la piel. Muchísimos cuidado, no queremos que se nos queme ahora, así que vigilad constantemente y sacadlo antes de que sea tarde.
Servimos en una bandeja y pasamos la salsa que ha quedado en la bendeja a una salsera para que cada uno se eche la que quiera. Os recomiendo no invitarme y darme la salsera a mi el primero.
Resultado
Pues poco tengo que añadir aquí, ahora mismo solo puedo pensar en dejar de escribir y preparar un asado de cordero, porque mi boca se ha convertido en un torbellino de saliva y no puedo pensar en otra cosa.
De verdad, es mucho más fácil de lo que parece y lo único que requiere es algo de paciencia y seguir los sencillos pasos de esta receta. Ya veréis cómo vais a triunfar en la próxima comida que preparéis, y deberíais atreveros ya sin problema con la receta fácil de cochinillo asado.