Todos en un momento hemos disfrutado de un kebab en alguno de los restaurantes de comida rápida que han inundado nuestras ciudades. Y no sé a vosotros, pero a mi me encantan, y más concretamente los durum, la versión enrollada de los kebab. El durum de cordero tiene un sabor auténtico a los que venden en los restaurantes, pero con la certeza de saber exactamente la carne con la que los preparamos.
Ingredientes para 4 durum de cordero
- 500 gr de carne de cordero (yo opté por pierna, pero si la encontráis picada mucho mejor)
- 1/2 cebolla
- 1/2 pimiento verde
- Pan de durum (ver información más abajo acerca de este pan)
- 2 cucharadas de especias Ras el Hanout (más información aquí)
- 3 cogollitos de lechuga
- 1 tomate mediano
- Salsa de yogur (receta aquí)
- 400 gr de tomate triturado
- 1 cucharadita de orégano
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1/2 cucharadita de comino
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- Aceite
Quizá le falta la textura que se obtiene al raspar los rollos de carne asado al fuego, pero se suple muy bien con la técnica de colocarlo en unas brochetas y hacerlo a la plancha. Por supuesto, si no disponéis de carne de cordero, podéis prepararlo con carne de pollo o de ternera, y también quedará delicioso. Además, cocinarlo a la plancha en forma de brocheta favorece que quede dorado y jugoso por dentro. ¡Delicioso!
Preparación del durum de cordero
Antes de nada, recordaros que vamos a necesitas palos de brocheta, ya sean de madera o de metal, por lo que haceros con unos cuantos antes de empezar. En primer lugar, vamos a triturar la carne de cordero, que habremos limpiado de huesos previamente. Picamos la cebolla y el pimeinto verde y lo incorporamos a la carne, aunque también podemos triturarlo todo junto y el resultado será el mismo (y considerablemente más rápido). Añadimos las especias Ras el Hanout y mezclamos bien, hasta que esté bien integrado.
Cuando tengamos la mezcla de carne preparada, vamos a formar las brochetas. Cogemos porciones de la carne picada y la vamos poniendo alrededor de los palos de brocheta, con cuidado porque es bastante blandita y puede que se desprenda con facilidad. Vamos dejando las brochetas en un plato o bandeja y lo introducimos en la nevera para que macere durante 2 horas (si no tenéis tanto tiempo, también podéis dejarlo 1 hora, aunque los sabores no serán tan intensos).
Mientras la carne está en la nevera, vamos a preparar la salsa de yogur (siguiendo la receta que os dejo arriba, en la sección de ingredientes) y la de tomate. Para la salsa de tomate, ponemos un cazo a fuego medio con un chorro de aceite y, cuando esté caliente, echamos el tomate triturado, el azúcar y la sal. Lo dejamos cocer durante unos 15 minutos tapado, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Cuando haya pasado el tiempo, añadiremos el orégano, la pimienta y los cominos, removemos bien y lo dejamos cocer otros 5 minutos, hasta que haya espesado. Si nos quedase demasiado espesa, podemos añadir un poquito de agua.
Pasado el tiempo de macerado, rociamos las brochetas con un chorrito de aceite y las hacemos a la plancha hasta que estén doradas por fuera y jugosas por dentro. Después, las desmenuzamos y las reservamos.
Ahora vamos a hacer los durum. Yo he utilizado unas láminas de pan que se llaman lavash, que compré en Alcampo, pero sinceramente no os lo recomiendo porque se agrieta y quiebra con muchísima facilidad, se reseca en seguida y es muy complicado de enrollar. Si tenéis que elegir un pan para hacer durum, os recomiendo que utilicéis tortillas del tipo con el que se preparan las fajitas y es prácticamente igual (y cuanto más grandes sean, mejor). Picamos la lechuga y el tomate como más nos guste y nos disponemos a rellenarlo. El proceso que debemos seguir es: lechuga, tomate, carne, salsa de yogur y salsa de tomate (no escatiméis con las salsas, porque es lo que le da la gracia). Acto seguido, enrollamos la tortilla bien apretada, de modo que no se desmonte y, para comerlo con más facilidad, lo partimos por la mitad.
Aunque esta vez yo he preparado durum, podéis seguir exactamente la misma receta y rellenar pan de pita para prerarar kebabs.
Resultado
El sabor es realmente auténtico, merece la pena totalmente el tiempo de macerado. Si podéis, intentar no triturar demasiado la carne, de modo que tenga trozos un poco más grandes que los propios de la carne picada. De ésta forma, tendrá mejor consistencia a la hora de formar las brochetas. Para completar el menú, podéis preparar unas ricas patatas fritas perfectas y disfrutar del sabor de vuestro durum de cordero casero con patatas fritas. ¡Planazo!
Tiempo: 20 minutos + 2 hora de macerado
Dificultad: 3/5
Digestión: 4/5
Precio: 10 €