No sé por qué se llaman vacaciones a las vacaciones de Navidad, si estos días uno acaba casi tan agotado como si hubiese corrido una maratón, que es como si nos entrara la prisa por hacer todo lo que no hemos hecho en el resto del año y vamos de acá para allá sin tiempo de nada.

Así que hoy otra receta rápida y facilona para alimentarse bien y no morir en el intento de sobrevivir a la Navidad, un cuscús con pollo al curry que casi es de pim, pam, pum… ¡a comer!

Preparación del Cuscús con pollo al curry

1.  Empezamos lavando y secando los pimientos y pelando el ajo, la cebolla y la zanahoria. Lo troceamos todo en trozos pequeñitos para hacer un sofrito.
2. En una sartén ponemos a calentar el aceite de oliva virgen extra y, antes de que empiece a humear añadimos las verduras troceadas con sal al gusto. Las salteamos a fuego medio-alto durante unos 15 minutos removiendo de vez en cuando para que no se agarren ni se chamusquen. Mientras tanto aprovechamos para retirar los trozos de grasa de la pechuga, la cortamos en trozos de bocado y sazonamos al gusto.
3. Cuando las verduras hayan empezado a tomar color y casi estén tiernas, añadimos los trozos de pollo, y damos unas vueltas durante 3 o 4 minutos, lo justo para que se cocinen, pues si los dejamos demasiado tiempo se empezarán a tostar por fuera y estarán secos por dentro.
4. Una vez tenemos listo el sofrito de pollo y verduras, lo retiramos a un plato y reservamos caliente.
5. En la misma sartén y sin lavarla, añadimos el agua, la mantequilla, el curry en polvo y una pizca de sal, llevamos a ebullición y cuando el agua esté hirviendo añadimos el cuscús. Apagamos el fuego, esperamos 5 minutos para que se hidrate el cuscús –conviene leerse las instrucciones del paquete, porque según la marca puede variar la cantidad de líquido y el tiempo necesario– y cuando haya absorbido el agua, entonces añadimos el sofrito de pollo y verduras, mezclamos bien y listo para servir.

Resultado

Este cuscús con pollo al curry, no solo es rápido, fácil y barato, sino que también es la mar de agradecido, pues casi que con lo que pilles por la nevera, un puerro, unos espárragos trigueros, unas alcachofas -cualquier verdura sofreíble- y algo de chicha -pollo, taquitos de jamón, un filete de ternera cortado en tiras…- te apañas un plato en un momento.