La auténtica receta tailandesa del pollo con anacardos que querrás repetir una y otra vez

La experiencia gastronómica de mis viajes a Tailandia es algo que nunca podré olvidar. Y la primera vez que probé un plato tan sencillo y rico como el pollo con anacardos tailandés no se borra de mi memoria. Os enseño a prepararlo tal cual me lo enseñaron a mi en Tailandia.

Cómo hacer pollo con anacardos tailandés

1: Freímos los anacardos

Podemos usarlos ya fritos, pero por lo general estos vienen salados y los queremos sin salar. Si los encuentras fritos sin sal estupendo, puedes usarlos tal cual.

Si los tenemos simplemente tostados hay que calentar una sartén a fuego 6/10 y con una gotita de aceite echamos los anacardos y movemos frecuentemente para que no se quemen. Es fácil que eso ocurra, así que cuidado con la temperatura. En unos 10 minutos estarán dorados y listos para usar.

2: Preparamos el pollo

Con el fuego todavía a 6/10 añadimos un ajo bien picado y lo dejamos hasta que se dore bien. Subimos el fuego y añadimos la pechuga de pollo con un poquito de sal (vamos a usar salsa de soja, así que cuidado con la sal) cortada en tiras o dados. Lo doramos bien por todos lados.

Bajamos el fuego a 5/10 y añadimos las cebollas y un poco de sal (otra vez, cuidado con los excesos de sal). Removemos constantemente mientras la cebolla se pocha. Estará listo cuando la cebolla esté blanda y transparente.

3: Hacemos la salsa thai

Añadimos la salsa de pescado, la de soja, la de ostras y el azúcar. Removemos todo bien y añadimos el caldo de pollo. Subimos el fuego y cuando empiece a hacer burbujas bajamos a 7/10 y dejamos que reduzca. Cuando tenga la pinta que tiene en la foto estará listo.

4: No olvides los anacardos

Ya solo queda el paso final, y no lo olvides porque es el ingrediente más importante de la receta. Añade los anacardos tostados a la preparación y remueve bien. Para servir puedes poner un poco de cilantro encima.

La receta es facilísima y solo requiere las salsas de pescado y ostras como ingrediente algo extraño. Son relativamente fáciles de encontrar en tiendas y supermercados asiáticos. Quizás te preocupe que no las vayas a usar nunca más, pero si te animas con otras recetas tailandesas y asiáticas es bastante común tener que utilizarlas, así que no te cortes y compra un bote de cada una que te irá genial.