Escudella con sopa de galets, el plato estrella de la Navidad catalana
La escudella con sopa de galets es el plato estrella de la Navidad catalana y es de lo mejor para alimentarse bien en los días de frío.
16 diciembre, 2017 14:16- Total: 5 h
- Comensales: 4
Si hay un plato estrella en las casas catalanas el día de Navidad es la escudella con sopa de galets. Tras muchos años elaborando este plato os puedo asegurar que he dado con la receta perfecta. Es un plato muy especial porque se sirve en dos servicios. Primero se come la sopa de galets con las pilotes que no dejan de ser una especie de albóndigas pero que se echan al final en el caldo. Después, se come la carn d’olla que sería toda la carne resultante de cocer la sopa. Un plato único desde luego ya que uno se queda más que bien y apenas sin sitio para el postre.
Ingredientes para elaborar la escudella con sopa de galets
- Carcasa de pollo o pollo a cuartos, 1 ud
- Hueso de jamón pequeño, 1 ud
- Butifarra negra, 1 ud
- Butifarra blanca, 1 ud
- Garbanzos, 90 g
- Patata, 2 uds
- Zanahoria, 2 uds
- Cebolla, 1 ud
- Puerro 1 ud
- Apio, 1 ud
- Chirivía, 1 ud
- Nabo, 1 ud
- Carne picada de ternera, 250 g
- Carne picada de cerdo, 250 g
- Perejil picado, 1 cucharada
- Ajo molido, 1 cucharadita
- Sal
- Pan duro del día anterior, 50 g
- Leche
- Pie de cerdo, 1 ud
- Espinada de cerdo, 1 ud
- Hueso de ternera (rodilla), 1 ud
- Galets
- Panceta, 150 g
- Col, ¼ ud
Uno de los ingredientes estrella de esta escudella con sopa de galets, son obviamente los propios galets. Hay de distintos tamaños, pero cuanto más grandes, mejor. De hecho, hay quien los rellena con la carne de las pilotes el galet y así queda dentro de éste tras la cocción. Si no tenéis grandes, podéis usar otros más pequeños, como los tiburones que se encuentran en cualquier supermercado.
Elaboración de la escudella con sopa de galets
01: Preparar los ingredientes
La noche anterior pondremos los garbanzos en remojo. Al día siguiente con una malla para cocer legumbres los introduciremos y ataremos bien para que no se nos escapen durante el cocinado. Empezaremos colocando los huesos en un recipiente con agua y vinagre durante unos 10 minutos. El sentido de realizar este paso es desangrarlos. Por otra parte lo que haremos será pelar muy bien la zanahoria, el apio, el puerro, la chirivía y el nabo. Los cortamos en cuartos junto con la cebolla. Quitamos las hojas de fuera de la col y la cortamos en 4 cuartos. En este caso sólo utilizaremos un cuarto.
02: Cocción de la escudella
En una cazuela de unos 6 l o la más grande que tengáis, añadiremos todos los vegetales y toda la carne exceptuando las butifarras que se añadirán más tarde. Cubrimos con agua mineral y ponemos la olla a fuego fuerte. Una vez arranque el primer hervor dejaremos a fuego bajo o medio cocer lentamente y tapada con una tapadera, unas 3 horas. Durante este tiempo, iremos quitando con ayuda de una espumadera las impurezas que vayan quedando en la superficie del caldo. Esas impurezas son principalmente la grasa que se va liberando de la carne y los huesos y que no nos interesa en absoluto para nuestro caldo de Navidad. Iremos vigilando que no nos evapore demasiada agua, en caso de ser necesario iremos añadiendo, pero poca cantidad ya que ha de reducir el caldo.
Pasadas las 3 horas, añadimos los garbanzos que teníamos preparados en la malla. Dejamos cocer otra hora más y justo una hora antes de retirar la escudella, agregamos las butifarras y las patatas chascadas, es decir con ayuda de un cuchillo se realiza un corte introduciendo éste y tirando de él para arrancar el trozo de patata. Esto lo hacemos para que libere almidón y espese mejor el caldo.
03: Elaboración de las pilotes de carne
En un cuenco mezclamos la carne picada de cerdo y la de ternera. Echamos una pizca de sal, la cucharada de perejil picado y una cucharadita de ajo molido en polvo. Mezclamos bien y después añadimos el pan que hemos dejado en remojo con la leche al principio. Seguimos mezclando hasta obtener una masa manejable. Formamos entonces las pilotes o albóndigas de carne. Os recomiendo que no las hagáis demasiado grandes, aunque esto es un poco al gusto del consumidor. Finalmente las enharinamos ligeramente y reservamos.
Retiramos las piezas de carne y las ponemos en una fuente junto con las patatas y los garbanzos. Colamos bien el caldo con un colador de malla fina para que no queden impurezas. Volvemos a poner el caldo en el fuego y cuando hierva echamos las pilotes de carne y los galets. La cantidad de galets es al gusto, aunque yo suelo echar uno 300 g. El tiempo de cocción de los galets es aproximadamente 20 minutos, por tanto, en ese tiempo la carne estará cocida y los éstos también.
04: Servir
Una vez cocidos los galets y las pilotes de carne, servimos en los platos esta deliciosa escudella con sopa de galets que con solo olerla ya abre el apetito. En una fuente a parte dispondremos la carn d’olla; la carne, los garbanzos, los nabos, chirivías, patatas y butifarras para que cada comensal pueda servirse al gusto y acompañar la sopa. Y ya podemos degustar un este delicioso plato. Podéis acompañar la carne con la sopa o comer primero la sopa y luego la carne. Sea en el orden que sea, el sabor es increíble.
Resultado
Como podéis apreciar, esta escudella con sopa de galets es una autentica maravilla para nuestros paladares. Como os decía, la textura del caldo es densa, con mucho sabor y denota en si mismo la larga cocción en el que se ha cocinado. Un plato que podéis degustar cualquier día de invierno y por supuesto cualquier festivo navideño. Una sopa con mucha tradición en Cataluña y con la que además al día siguiente podéis preparar unos canelones de fábula. De hecho, los canelones de carn d’olla son típicos del día de San Esteban (26 de diciembre) en Cataluña. En algunos hogares con las sobras de la carne se elabora el relleno de los canelones que se comen tras el día de Navidad. Así que si os sobra carne no dudéis en preparar unos deliciosos canelones o croquetas con ésta.
Os recomiendo hacer esta receta porque la casa os va a oler divinamente y su sabor es aún mejor. Mientras se está cociendo lentamente el caldo, desde nuestra cocina podemos empezar a imaginar lo delicioso que estará por su rico olor. Además, lo podéis degustar cualquier día de invierno tranquilamente. En ocasiones me dan ganas hasta de tomarlo en verano porque en casa deseamos que llegue el frío para empezar a cocinarlo antes de navidad.