El "katsu" es una de las comidas occidentalizadas japonesas más famosas del país. Hablamos simplemente de una porción de carne que puede ir desde el pavo hasta la ternera, rebozada y frita y normalmente acompañada por salsa tonkatsu y col rallada. Por regla general, estos platos llegan acompañados de un bol de arroz y otro de sopa miso, además de encurtidos, pero hay infinitas variaciones que se han ido encontrando a lo largo de los años, una de ellas es este pollo frito con salsa de curry japonés, quizás la más famosa de todas estas declinaciones. 

Ingredientes

  • Pechuga de pollo de corral, 1
  • Huevo batido, 1 u
  • Panko (pan rallado japonés), 6 cucharadas
  • Harina, 4 cucharadas
  • Aceite de oliva suave para freír, c/s
  • Sal y pimienta negra, 1 cucharadita
  • Col lombarda a repollo, para acompañar (opcionalmente)

Para la salsa

  • Polvo de curry, 2 cucharaditas
  • Dientes de ajo, 2
  • Jengibre fresco, 15 g
  • Zanahoria, 1
  • Cebolla, 1
  • Concentrado de tomate, 1 cucharada
  • Cúrcuma en polvo, 1 cucharadita
  • Miel, 1 cucharadita
  • Harina de trigo, 1 cucharadita
  • Salsa de soja, 1 cucharadita
  • Caldo de pollo, 200 ml
  • Sal, c/s

Paso 1

Preparar la salsa de curry japonés.

Paso 2

Cortar la pechuga de pollo en dos, empanarla y freirla.

Paso 3

servir el pollo con la salsa de curry y la col troceada

El katsu curry, o katsu-kare, fue una introducción británica durante la era Meiji con lo que difiere de la receta india en que este tipo de curry normalmente nace a partir de un roux de harina tostada en el aceite con las especias que ayuda a espesar la salsa.  La realidad japonesa es que en muchas casas cuentan ya con esa mezcla de "roux de curry" que en esta receta haremos de forma casera y personalizada que le dará aún más un sabor auténtico y aromático. 

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer será dejar la salsa de curry japonés preparada, que nos valdría no sólo para esta receta sino para muchas más como para acompañar ternera o también esta misma preparación pero con cerdo, muy típica en Japón. Para hacer la salsa de curry lo primero que haremos será poner en una sartén a pochar la cebolla cortada bien pequeñita con aceite de oliva y un poco de sal. Lo moveremos bien a fuego medio durante 6 minutos, hasta que empiece a estar tierno. 

Paso 2

Cuando la cebolla empiece a estar tierna añadiremos el ajo y el jengibre muy bien picados - incluso machacados y triturados - y saltearemos un par de minutos más. Añadimos la harina y dejamos cocinar 2 minutos y entonces añadimos el curry, la cúrcuma y el puré de tomate mezclando todo muy bien. 

Paso 3

Por último agregamos el caldo de pollo y llevamos todo a ebullición, que hierva a fuego suave, a borbotón lento, durante unos 10 minutos hasta que reduzca. 

Paso 4

Añadir entonces la miel y la salsa de soja y dejar cocinar 3 minutos más, momento en el que tendremos que triturar todo muy bien para que no queden tropezones y ya reservar nuestra salsa caliente para cuando el pollo esté listo. 

Paso 5

Dividir la pechuga de pollo en dos longitudinalmente, dejando cada trozo de un grosor de unos 2-3 centímetros. 

Paso 6

Salpimentar la pechuga y pasarla por la harina, posteriormente por el huevo batido y por último por el panko, cubriéndola muy bien por todas partes. 

Paso 7

Freír las pechugas en una sartén con abundante aceite a fuego medio, cuidado con que no esté ni frío ni tampoco muy caliente porque necesitaremos que el pollo esté friéndose durante al menos 6 minutos para que no se quede crudo en su interior. Cuando esté bien dorado por ambos lados retirar a papel absorbente para perder el exceso de grasa. 

Paso 8

Servir la pechuga de pollo frito con la salsa de curry japonés y una cama de lombarda picada muy fina o como se hace tradicionalmente en Japón con arroz codido, un poco glutinoso. 

Trucos y sugerencias

Una opción fantástica para que el pollo no se quede crudo y manejar bien la fritura es freírlo a fuego medio alto para que se dore por fuera y posteriormente terminar este pollo frito en el horno a 200ºC durante 5-10 minutos más, algo que le dará una cocción uniforme manteniendo toda la jugosidad del pollo en su interior. También es buena alternativa marinar ligeramente la pechuga en nata agria durante unas horas, algo que le dará una ternura especial. Al huevo batido, además, se le pueden añadir unas gotas de salsa de soja para darle gracia al rebozado.