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Hay vida más allá de las albóndigas con tomate que hacían nuestras abuelas, y vas a ver qué vida más buena cuando hagas esta receta de albóndigas de cordero, una carne muy versátil y fácil de cocinar que, debido a que procede de pastoreo, es un alimento que natural que, además, es sostenible.

No todas las recetas de cordero son las típicas que asociamos a grandes celebraciones, hay muchas, como estas albóndigas con salsa de menta, que resultan sencillas y diferentes a aquellas que asociamos al recetario tradicional.

Al igual que en la receta de la lasaña de cordero sin lactosa, la carne de cordero picada la podéis picar vosotros en casa a partir de la pieza de la pierna, pero también hay carniceros que os la pican en sus picadoras industriales, os recomiendo hacer solamente una pasada por esta máquina para que no se quede la carne pastosa, de esta manera las albóndigas quedarán mucho más jugosas.

Otra opción es picarla en casa con un poco de paciencia y un cuchillo muy bien afilado o con un robot de cocina, aunque si elegimos esta última opción debemos tener cuidado de no pasarnos para no convertir la carne en una pasta.

Cómo hacer albóndigas de cordero con salsa de menta

Albóndigas de cordero y menta Clara Villalón

Ingredientes

  • Carne picada de cordero, 500 g
  • Huevo, 1 ud
  • Pan, 60 g
  • Leche, 100 ml
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Ajo molido 1 cucharadita
  • Tomillo seco, 1 cucharadita
  • Harina, abundante
  • Aceite de oliva, abundante para freír

Para la salsa

  • Aceite de oliva, 2 cucharadas
  • Cebolla, 1 ud
  • Zanahoria, 3 ud (pequeñas)
  • Sal, c/s
  • Tomate frito, 1 cucharadita
  • Caldo tostado de carne 200 ml
  • Fécula de maíz, 1 cucharadita
  • Agua, 2 cucharadas

Para la menta

  • Hojas de menta, 20 ud
  • Vinagre, 2 cucharadas
  • Azúcar moreno, 2 cucharaditas

Paso 1

Mezclar la carne picada de cordero con el ajo en polvo, el tomillo, la sal y la pimienta negra. Personalmente me gusta añadir bastante pimienta negra a la mezcla. Añadir también el pan remojado en leche, un pan que no tenga corteza dura, y bien escurrido y también el huevo. Mezclar todo muy bien con las manos.

Paso 2

Formar las albóndigas del tamaño deseado y pasar cada una de ellas por harina hasta que estén bien cubiertas.

Paso 3

Freír las albóndigas de cordero en abundante aceite de oliva muy caliente, para que se doren rápido por fuera pero no se cocinen de más por dentro. Así conseguimos que no queden secas. Retirar cuando estén doradas a un plato cubierto con un papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.

Paso 4

Para preparar la salsa pochar la cebolla picada muy fina junto con la zanahoria también muy picada, aceite de oliva y sal. Queremos que caramelice, que tome un tono dorado, pero tendremos que tener cuidado de que no se queme.

Paso 5

Mientras tanto, picar la hierbabuena finamente y sumergirla en el vinagre con el azúcar. Dejar reposar allí.

Paso 6

Cuando ya tengamos las verduras muy pochadas añadir el tomate frito y cocinar un par de minutos, entonces agregar el caldo de carne y dejar que reduzca durante 10/15 minutos.

Paso 7

Triturar muy bien y volver a llevar a la sartén u olla. Mezclar la maicena con el agua y agregarla a la preparación, la cantidad necesaria para que espese la salsa al gusto. Tendrá que hervir a fuego suave y removiendo bien para que no se hagan grumos ni se pegue. En el último momento poner a punto de sal y añadir la hierbabuena o menta macerada.

Paso 8

Incorporar las albóndigas de cordero a la salsa y dejar cocinar un minuto a fuego muy suave.