Esta que estás leyendo ahora es probable que sea la receta más fácil y rápida de las albóndigas más famosas del mundo que hayas visto nunca. De un día para otro aún están incluso más ricas, por lo que también es una receta perfecta para alegrar almuerzos de táper en la oficina.

El secreto para que cualquier receta de albóndigas caseras quede increíble, aparte obviamente de la calidad de la carne, está en no sobrecocerlas y en no cargar la masa de harinas o similares, pues ambas cosas dan como resultado unas albóndigas duras que no deseamos.

Un truco, la salsa de estas albóndigas lleva nata, que no es un alimento que congele especialmente bien, por lo que si queréis hacer una buena cantidad para congelar, es mejor separar las raciones que vayáis a congelar antes de añadir la nata y luego, cuando las descongeléis para comerlas, las calentáis, incorporáis la nata y rectificáis de sal y pimienta. Otra cosa, no os recomiendo calentarlas en el microondas, sino en un cazo a fuego lento.

Cómo hacer albóndigas caseras estilo sueco

Yulia_Kotina iStockPhoto

Ingredientes

Para la masa de las albóndigas

  • Carne picada de ternera, 275 g
  • Carne picada de cerdo, 125 g
  • Aceite de sésamo, 2 cucharadas
  • Mantequilla de cacahuete, 2 cucharadas
  • Chile seco o guindilla, 1/4 cucharadita
  • Fécula de maíz, más la que necesitemos para rebozar
  • Aceite para freír

Para la salsa de las albóndigas

  • Salsa de soja, 4 cucharadas
  • Salsa de ostras, 3 cucharadas
  • Caldo de pollo bajo en sal, 300 ml
  • Fécula de maíz, 1 cucharada
  • Agua,3 cucharadas
  • Nata espesa, 100 ml
  • Perejil fresco
  • Pimienta recién molida

Paso 1

En un bol amplio ponemos las carnes picadas y añadimos el aceite de oliva o la mantequilla de cacahuete, la salsa de soja, el aceite de sésamo,  y los copos de chile, si queremos que tengan un toque chispeante. Mezclamos bien, añadimos la fécula de maíz, mezclamos, amasamos, damos forma a las albóndigas y las rebozamos en un poco más de fécula de maíz.

Paso 2

Freímos las albóndigas en una sartén o un cazo con abundante aceite hasta que estén bien doradas por toda su superficie. Las pasamos a un colador para que escurran el exceso de aceite y reservamos. Es importante que haya aceite abundante para que la fritura sea breve, pues queremos que se doren por fuera, pero que no se cocinen por dentro, así que cuantas menos vueltas tengamos que darles, mejor.

Paso 3

En una cazuela ponemos a calentar la salsa de soja, la de ostras, el caldo de pollo bajo en sal y la fécula de maíz disuelta en el agua. Removemos bien para mezclar y ponemos a calentar a fuego moderado. Añadimos las albóndigas que teníamos reservadas, tapamos la olla y dejamos cocer al mínimo durante unos 15 minutos hasta que las albóndigas estén tiernas y la salsa haya espesado. Finalmente, añadimos la nata, dejamos un minuto a fuego bajo, añadimos un toque de pimienta molida, mezclamos bien, probamos la salsa y, de ser necesario, rectificamos de sal.

Paso 4

Servimos nuestras albóndigas suecas con un poco de perejil fresco picado por encima. Lo habitual es acompañarlas con puré de patatas y mermelada de arándanos. Pero también tenemos otras opciones como un sencillo arroz blanco, unas patatas hervidas o incluso unas patatas fritas. Si buscamos un plato más ligero, la guarnición ideal pueden ser unas verduras a la plancha.

Paso 1

En un bol amplio ponemos las carnes picadas y añadimos el aceite de oliva o la mantequilla de cacahuete, la salsa de soja, el aceite de sésamo,  y los copos de chile, si queremos que tengan un toque chispeante. Mezclamos bien, añadimos la fécula de maíz, mezclamos, amasamos, damos forma a las albóndigas y las rebozamos en un poco más de fécula de maíz.

Paso 2

Freímos las albóndigas en una sartén o un cazo con abundante aceite hasta que estén bien doradas por toda su superficie. Las pasamos a un colador para que escurran el exceso de aceite y reservamos. Es importante que haya aceite abundante para que la fritura sea breve, pues queremos que se doren por fuera, pero que no se cocinen por dentro, así que cuantas menos vueltas tengamos que darles, mejor.

Paso 3

En una cazuela ponemos a calentar la salsa de soja, la de ostras, el caldo de pollo bajo en sal y la fécula de maíz disuelta en el agua. Removemos bien para mezclar y ponemos a calentar a fuego moderado. Añadimos las albóndigas que teníamos reservadas, tapamos la olla y dejamos cocer al mínimo durante unos 15 minutos hasta que las albóndigas estén tiernas y la salsa haya espesado. Finalmente, añadimos la nata, dejamos un minuto a fuego bajo, añadimos un toque de pimienta molida, mezclamos bien, probamos la salsa y, de ser necesario, rectificamos de sal.

Paso 4

Servimos nuestras albóndigas suecas con un poco de perejil fresco picado por encima. Lo habitual es acompañarlas con puré de patatas y mermelada de arándanos. Pero también tenemos otras opciones como un sencillo arroz blanco, unas patatas hervidas o incluso unas patatas fritas. Si buscamos un plato más ligero, la guarnición ideal pueden ser unas verduras a la plancha.

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