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Esta es una de esas recetas fáciles de la que se enamoran las familias y repiten hasta la saciedad. Incluso para cuando llegan invitados a casa y quieres asegurarte de que vas a triunfar. Es simple, es honesta y también es nutritiva. La combinación del queso con las espinacas funciona de maravilla y, si se controla bien el horno, se puede conseguir una pechuga de pollo extremadamente jugosa.
Cómo hacer el relleno
Lo primero que se tiene que hacer es el relleno, que no es más que una mezcla de los quesos con pimienta negra, sal y las espinacas cocinadas previamente y muy bien escurridas para que luego no suelten ningún exceso de agua. También se podría agregar un poco de cebolla pochada pero no es necesaria. Algo de parmesano le podría dar otra profundidad de sabor a la receta. Esta cantidad de relleno es perfecta para dos pechugas porque, en este caso, un relleno contundente es clave para el éxito de la preparación.
Otra de las cosas importantes es filetear bien las pechugas de pollo. Si no nos queremos complicar, la opción es darles un corte longitudinal y abrirlas por la mitad sin llegar hasta el fondo. Así, después, lo que se hará es rellenar el agujero. Pero si queremos hacer un rollito, habrá que ir con cuidado cortando un filete y después girando el pollo sobre ese corte para seguirlo hasta hacer una sábana de pechuga de pollo.
No hay que olvidarse de sazonar el pollo antes de rellenarlo, para que él también tenga gracia y el gratinado posterior con el queso por encima le dará un crujiente delicioso que también es necesario. Además de queso de cabra se podría poner un poco de queso parmesano por arriba.
Aunque caliente es delicioso, este pollo se podría consumir frío posteriormente casi como un fiambre y es perfecto para llevar en la tartera al trabajo o al campo en un día de caminata.
La mezcla de espinacas, similar a las espinacas a la crema, se podría hacer también con acelgas y el pollo se podría sustituir por pavo, igual que pasa en recetas como el satay de pollo o el pollo frito con sésamo.
Cómo hacer la pechuga rellena
Ingredientes
- Pechugas de pollo, 2 ud
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
- Espinacas frescas, 400 g
- Rulo de queso de cabra, 80 g
- Queso crema tipo Philadelphia, 2 cucharadas
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
Paso 1
Cortar las pechugas de pollo
Paso 2
Preparar el relleno
Paso 3
Hornear el pollo
Paso 4
Añadir el queso y gratinar
Paso 1
Precalentar el horno a 200 ºC.
Paso 2
En una sartén, poner una cucharada de aceite de oliva y las espinacas y cocinar a fuego suave hasta que se queden sin volumen. Lo ideal será taparlas para que se hagan en su propio vapor. Hay que tener cuidado de que no se doren las que quedan en el fondo por lo que se recomienda remover constantemente.
Paso 3
Retirar las espinacas de la sartén y escurrir muy bien, envolver en papel de cocina idealmente para que absorba por completo el resto de agua.
Paso 4
Mezclar las espinacas con el queso crema y el rulo de cabra, lo ideal es deshacerlos con la mano o con el tenedor. Poner a punto de sal y de pimienta negra.
Paso 5
Abrir las pechugas de pollo haciendo dos cortes consecutivos, para intentar que quede uno solo filete. Aplastar ese filete lo máximo posible, para que quede plano. Añadir un poco de sal y de pimienta negra sobre las dos caras del pollo.
Paso 6
Rellenar la pechuga de pollo con una cantidad generosa de la mezcla de espinacas y queso y enrollar sobre sí misma. Envolver en papel de horno, que ayudará a que se mantenga la forma.
Paso 7
Introducir en el horno y hornear durante 10 minutos. Tras ese tiempo, sacar del horno y, con cuidado de no quemarnos, quitar el papel de hornear.
Paso 8
Poner un poco de queso de cabra por encima de la pechuga de pollo y volver a meter en el horno con el grill encendido hasta que se dore. Dejar reposar 5 minutos antes de servir.