- Total: 30 min
- Comensales: 2
El pollo guisado es uno de los platos más populares en España. Es de esos platos de casa, de toda la vida, que tiene muchísimas interpretaciones y posibilidades. Generalmente siempre cuenta con un sofrito de cebolla y algo de vino blanco, pero también se encuentran guisos de pollo con limón, pollo con verduras, pollo guisado con guisantes y menta o pollo guisado a la naranja con pimientos.
El procedimiento es muy sencillo y parte por dorar el pollo en primer lugar, con poco aceite ya que salta mucho, pero el justo para que no se queme por ningún lado. Una vez dorado, se retirará y ahí mismo se hará la salsa; para así aprovechar todo el sabor que haya dejado el pollo allí. Se parte de un poco de cebolla y ajo a los que luego se incorporan tomates secos previamente hidratados en caldo de pollo. La salsa se podría quedar tal cual, con sus tropezones, pero para integrar de manera óptima el sabor en la misma lo mejor siempre es triturarla.
Una vez triturada hay que poner a punto de sal y de pimienta negra, pero con cuidado de no pasarse con la sal ya que, si la salsa reduce mucho mientras que se cocina el pollo en la misma, subirá mucho de sazón. Es propio cocinar el pollo a fuego muy suave en la salsa, al mínimo, y dejar que se haga lentamente para que quede jugoso y nunca seco. Tapado si se puede.
Las aceitunas se agregan justo en el último momento, pueden ser tanto negras como verdes y es mejor pasarlas por agua previamente para que eliminen cualquier rastro del líquido del bote del que se obtendrán.
A los amantes de los tomates secos también les gustarán recetas como la ensalada de patata verde con tomate seco y queso, el hummus de garbanzos ahumado y tomate seco y los ñoquis fritos con tomate seco, espinacas y queso.
Este guiso de pollo es una fantástica idea para la tartera, para llevar tanto al campo como a la oficina. Si sobra, siempre se puede desmigar y juntar con el resto de la salsa que haya quedado. Esta salsa será genial para bañar cualquier pasta y convertirla en un gran condimento.
Este pollo con salsa de tomates secos y aceitunas es delicioso
Ingredientes
- Muslos de pollo, 2 u
- Diente de ajo, 1 u
- Cebolla morada, 1 u
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
- Tomates secos, 8 u
- Nata, 200 ml
- Caldo de pollo, 150 ml
- Aceitunas negras, 100 g
Paso 1
Dorar el pollo
Paso 2
Preparar la salsa
Paso 3
Sumergir el pollo en ella
Paso 4
Añadir las aceitunas
Paso 1
Trocear los muslos de pollo para hacer dos o tres trozos de cada uno. En la sartén u olla baja donde se vaya a preparar el guiso, dorar el pollo con el aceite de oliva a fuego medio, por los dos lados. Añadir un poco de sal y de pimienta negra molida. Cuando estén dorados por ambas caras, retirar y reservar. Remojar también en el caldo de pollo caliente los tomates secos.
Paso 2
Pelar la cebolla y el diente de ajo. Picar la cebolla finamente. Poner ambas cosas en la olla, con un poco más de aceite, y pochar ligeramente a fuego suave. Dejar cocinándose unos 10 minutos removiendo a fuego suave. Añadir, entonces, los tomates secos remojados, bien tiernos, y cocinar un par de minutos más junto con el caldo.
Paso 3
Incorporar entonces la nata y cocinar durante 10 minutos a fuego bajo. Entonces, triturar toda la salsa y poner a punto de sal y de pimienta negra. Agregar ahí el pollo, napar con la salsa, tapar y cocinar durante 15 minutos a fuego mínimo.
Paso 4
Por último, agregar las aceitunas al guiso y terminar de cocinar un par de minutos a fuego bajo.