¿Puede funcionar un guiso de ternera tradicional con la fruta más popular del verano? Sí, y mucho. El estofado de ternera y la sandía son una combinación sorprendente y refrescante que transforma un clásico ragout en un plato perfecto para la época de calor. Este guiso, que combina la ternera tierna con la dulzura jugosa y crocante de la sandía, es una opción única y deliciosa para disfrutar durante los meses más calurosos.

El ragout, o estofado, es un plato de origen francés que se ha convertido en un clásico de la cocina internacional pero también de la cocina de España. Se caracteriza por cocinar la carne en un líquido, generalmente caldo o vino, a fuego lento durante un tiempo prolongado para obtener una carne tierna y sabrosa. El ragout tradicionalmente se hace con cortes de carne de ternera, como el jarrete o el morcillo, aunque también se pueden utilizar otros cortes de la vaca. 

Este parte de uno tradicional, pero al final sorprende. Igual que sorprende el estofado de ternera especiado (muy oriental), el estofado de ternera al vino tinto con chocolate o las carrilleras de ternera con ensalada de maíz

La adición de sandía al guiso de ternera tradicional puede parecer inusual, pero aporta una frescura y dulzura única al plato. La sandía, con su alto contenido de agua y su sabor refrescante, equilibra la riqueza de la carne y agrega un toque de verano. Además, la sandía también ayuda a suavizar los sabores intensos del guiso, creando un contraste delicioso. El toque final de limón realzará todos los sabores apoyando aún más a hacer ligero este guiso.

Cómo hacer un guiso de ternera con sandía

Guiso de ternera y sandía Clara Villalón

Ingredientes

  • Carne de ternera para estofar, 750 g
  • Diente de ajo, 2 u
  • Cebolla, 2 u
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, al gusto
  • Apio, 1/4 de rama
  • Zanahoria, 2 u
  • Carne de pimiento choricero, 2 cucharaditas
  • Caldo de ternera o agua, 1 litro
  • Orégano, 1/2 cucharadita
  • Sandía, 150 g
  • Ralladura de limón, al gusto

Paso 1

Saltear la carne y reservar

Paso 2

Preparar el sofrito y volver a añadir la carne

Paso 3

Cubrir con agua o caldo y cocer

Paso 4

Añadir la sandía

Paso 1

En la olla donde se vaya a preparar el guiso, normal o a presión, sofreír la carne con el aceite de oliva, sal y pimienta negra a fuego fuerte. Dorar por todas las partes y retirar en cuanto esté bien dorado a un plato. Bajar el fuego y seguir el guiso en la misma olla.

Paso 2

Ahí, añadir un poco más de aceite y pochar la cebolla pelada y picada finamente junto con el ajo, hasta que esté todo bien tierno y ligeramente dorado. Es recomendable añadir un poco de sal para que la cebolla sude antes y de forma más óptima.

Paso 3

Cuando eso esté bien pochado, añadir el apio muy picado junto con la zanahoria igualmente picada lo más fina posible. Se puede hacer a cuchillo o también en un robot de cocina. Cuanto más picado esté el sofrito más soltará los sabores la verdura y más rápido se hará todo.

Paso 4

Cuando las verduras ya estén bien tiernas, añadir la carne de pimiento choricero y sofreír ligeramente. Devolver entonces a la olla la carne y regar con el caldo de ternera o el agua. Añadir también el orégano. Si se va a cocinar en una olla normal, esperar a que rompa el hervor y tapar cocinando a fuego muy suave durante unas dos horas o hasta que la carne esté muy tierna. Podrá destaparse cuando se quiera que la salsa reduzca su volumen. Si se va a hacer en olla exprés, esperar a que la olla suba a la válvula y bajar el fuego al mínimo, cocer 40 minutos y dejar que salga la presión antes de abrir.

Paso 5

Mientras tanto, quitar la piel dura de la sandía y trocearla. Añadir la sandía al guiso cuando éste ya esté tierno, cocer 3 minutos dentro del mismo y poner a punto de sal y de pimienta negra. Añadir también un poco de ralladura de piel de limón. Como todos los guisos, este queda aún mejor al día siguiente, una vez reposado.