Una cocina antigua

Una cocina antigua swisshippo iStock

Carne

La receta más antigua de España que aún se sigue preparando en Burgos y es perfecta para el otoño

Un plato tradicional de cuchara para recibir al otoño que ya se preparaba en la Edad Media.

20 septiembre, 2024 07:00

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Hay recetas que evolucionan con el paso de los años hasta convertirse en algo completamente diferente al plato primigenio. Otras, en cambio, perduran casi inalteradas con el paso de los siglos.

La receta de hoy, típica de la cocina castellana, ya se preparaba en la Edad Media y aparece mencionada en obras literarias como El Quijote de Miguel de Cervantes. Esto podría considerarse una prueba de la popularidad y el arraigo con el que contaba este plato durante la época en la que vivió el escritor.

La olla podrida es una especie de potaje que puede considerarse como el antecesor de muchos guisos y cocidos españoles, como el cocido madrileño o el cocido montañés. En sus orígenes, consistía en un plato contundente a base de legumbres, carnes, y embutidos. Aunque, a juzgar por su nombre, pueda parecer un plato hecho con desperdicios, se trata de todo lo contrario, el término "podrida" viene de la palabra "poderida", que significa poderosa o fuerte, como alusión a lo completo y nutritivo del plato.

Sin duda, esta olla podrida es un plato perfecto para la temporada otoño-invierno y una excusa perfecta para hacerse una escapada hasta Burgos, provincia donde este plato forma parte de su identidad gastronómica.

Una de las características de la olla podrida es que lleva un "relleno" hecho con huevos, miga de pan y una picada de ajo y perejil que se añade al caldo en el último momento y le da aún más sabor y contundencia al plato.

Un plato nutritivo y contundente

Una ración de este plato tradicional puede aportar entre 850 y 950 kcal, unos 65 g de carbohidratos, del orden de 50 g de grasas y, aproximadamente, la misma cantidad de proteínas. Se trata pues, de un plato calórico, debido a las carnes grasas y la carga de hidratos complejos procedentes, principalmente, de las alubias. El elevado contenido proteico procede no solo de las carnes, que aportan proteínas de alto valor biológico, sino también de las alubias, que aportan proteínas vegetales.

Se trata de un plato nutritivo que puede considerase saludable dependiendo de la frecuencia de consumo y el tamaño de la ración. Esto es debido al contenido de grasas saturadas que, si se consumen en exceso, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y al contenido en sodio, pues los embutidos suelen contener grandes cantidades de este elemento químico.

Se podría preparar una versión de la olla podrida algo más ligera reduciendo la cantidad de embutidos, utilizando cortes más magros para sustituir a la panceta y añadiendo algunas verduras como berza o repollo.

Ingredientes para hacer olla podrida burgalesa

  • 500 g de alubias rojas de Ibeas
  • 1 morcilla de Burgos
  • 1 chorizo
  • 200 g de panceta adobada
  • 1 hueso de jamón
  • 300 g de costillas de cerdo adobadas
  • 2 zanahorias
  • 1 puerro
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 2 hojas de laurel
  • Sal, al gusto

Para el 'relleno'

  • 3 huevos
  • 40 g de miga de pan
  • 2 cucharadita de ajo picado
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 1 cucharadita de pimentón dulce

Paso 1

La noche anterior, ponemos las alubias en remojo en abundante agua fría. Las dejaremos hidratarse durante un mínimo de 12 horas.

Paso 2

Al día siguiente, escurrimos las alubias y las colocamos en una olla grande. Cubrimos con agua limpia y añadimos la cebolla, el puerro, la zanahoria, los dientes de ajo y las hojas de laurel. Añadimos también una cucharadita de sal y cocinamos hasta que las alubias estén tiernas. El tiempo total necesario para la cocción dependerá del tipo de olla empleada.

Paso 3

Mientras tanto, en otra olla, ponemos todas las carnes excepto la morcilla, la cubrimos de agua y las cocinamos a fuego lento hasta que estén tiernas.

Paso 4

Paralelamente, mientras se están cociendo las alubias y las carnes, preparamos el relleno. Para ello mezclamos los huevos batidos con el resto de los ingredientes y cuajamos la mezcla en una sartén como si estuviésemos haciendo una tortilla. Reservamos.

Paso 5

Cuanto las alubias y las carnes estén listas, pasamos éstas últimas a la olla de las alubias junto con parte del agua de cocerlas e incorporamos también la morcilla y el relleno que teníamos reservado.

Paso 6

Cocinamos todo junto a fuego lento durante unos 10 o 15 minutos, probamos, rectificamos de sal si fuese necesario y, si es posible, dejamos reposar la olla podrida antes de servirla. Está mejor si se cocina de un día para otro.

Otros platos de cuchara típicos que son parecidos a la olla podrida

Como ya se ha dicho, la olla podrida puede considerarse el plato precursor de los distintos cocidos españoles que, aunque comparten características, también tienen sus rasgos diferenciadores.

  • Cocido madrileño. Es uno de los platos más emblemáticos de la Comunidad de Madrid y de la cocina española. Se compone de garbanzos cocidos junto con diversas carnes (pollo, morcillo de ternera, chorizo, morcilla, tocino y jamón) y verduras como patatas, zanahorias y repollo. Se suele servir en varias etapas o vuelcos: primero una sopa hecha con el caldo resultante de la cocción en la que se cocinan los fideos, luego los garbanzos y verduras y, por último, las carnes y embutidos. 
  • Cocido montañés. Es típico de Cantabria, y su ingrediente principal son las alubias blancas en lugar de los garbanzos. Se acompaña de berza, chorizo, morcilla y panceta de cerdo. A diferencia del cocido madrileño, todo se sirve junto en un único plato.
  • Cocido lebaniego. El segundo cocido cántabro, es similar al cocido montañés, pero, en este caso sí, con garbanzos que se acompañan con carne de vaca, tocino, chorizo y morcilla. Además, al igual que la olla podrida, lleva una bola o pelota elaborada con pan, huevo, ajo y perejil, que se cuece junto al resto de los ingredientes.
  • Pote asturiano. Se prepara con fabes (alubias blancas), berza, patatas, morcilla, chorizo, panceta y lacón (paleta de cerdo curada). Al igual que el cocido montañés, es un guiso contundente que se sirve todo junto y se caracteriza por su intenso sabor debido a la combinación de embutidos asturianos.
  • Escudella i carn d'olla. Es el cocido típico de Cataluña, especialmente consumido durante la Navidad. Consiste en una sopa con pasta (los galets, una pasta corta de gran tamaño) cocida en un caldo de carne de ternera, cerdo y pollo, además de huesos de jamón, garbanzos, patatas y col. Tras el caldo, se sirve la carne y las verduras que han formado parte de la sopa. En su versión más festiva, se añade la pilota, una especie de albóndiga grande hecha con carne picada.
  • Puchero andaluz. Es el cocido típico del sur de España que se elabora con garbanzos, patatas, carne de cerdo (tocino, hueso de jamón, morcilla) y de ave (pollo o gallina), embutidos y algunas verduras como zanahorias, apio, cardos y puerro. Como en otros cocidos, se sirve en varias fases: primero el caldo con fideos o arroz, y luego los garbanzos, las carnes y las verduras. En muchas ocasiones, las sobras del puchero se aprovechan para hacer otras recetas, como croquetas o la famosa "ropa vieja".