Hay que partir de la base que, en España, un país enormemente gastronómico, coserse la boca para dejar de comer o consumir menos cantidades después de períodos de fiesta como las navidades o las vacaciones; no es una opción.

No lo es porque nos encanta comer y lo más seguro es que este año la operación bikini post-Navidad ya haya fracasado antes incluso de empezar. Para acometer esta ardua tarea, no hay mejor forma que seguir comiendo; pero haciéndolo de una forma responsable con ingredientes de calidad, naturales, libre de conservantes y colorantes, y cocinando mucho en casa.

Esa es la clave del éxito y no la de fiarse de productos bajo en calorías o similares que suelen ir acompañados de un montón de aditivos. En definitiva, hay que hacer lo que han hecho nuestras madres y abuelas toda la vida: cocinar. Encender los fogones a primera hora de la mañana y cocinar deliciosos platos que puedan servirnos para meter en tartera y alimentarnos toda la semana (esto que ahora se llama “batch cooking”) con los productos que tenemos por casa.

Porque comer bien y saludable no debería estar reñido con el disfrute, la mejor forma de superar los excesos navideños es con ensaladas; pero eso sí, ni frías ni calientes, templadas. Tibias, a temperatura ambiente, perfectas para tener lo mejor de ambos mundos.

En esta ocasión, una receta de ensalada de pollo y manzana caramelizada templada para superar la cuesta de enero con restos de pollo asado, pepino y pak choi.

Al igual que pasa con las ensaladas de verano (ojo, también hay gente que come ensaladas fresquitas en invierno y fabada en verano), las ensaladas templadas o de otoño-invierno admiten todos los ingredientes que tengan cabida en tu imaginación y, además, son ideales para aprovechar cualquier resto de fruta, verdura, carne o pescado que hayan podido quedar olvidados en la nevera.

El pollo asado, personalmente, creo que es la mejor comida de restos, ya que lo mismo sirve para un sándwich, que para hacer una ensalada César de aúpa o esta ensalada templada deliciosa. De mango y gulas, de pollo y pesto o de bacalao y verduras, son algunas de las muchas referencias que podemos encontrar en el amplio recetario de un cocinillas.

Cómo hacer ensalada de pollo y manzana

Paso 1

Lo primero que haremos será caramelizar la manzana, para ello tendremos que pelarla, cortarla en cuartos, descorazonarla y cortarla posteriormente en gajos. Cada gajo, después, cortarlo en trozos de bocado.

En una sartén poner la mantequilla, derretirla ligeramente a fuego medio y añadir la manzana. Caramelizar a fuego medio removiendo constantemente.

Paso 2

Mientras tanto cortar la zanahoria en bastones. Añadir los bastones junto con la manzana y saltear el conjunto hasta que esté tierno.

Paso 3

Cuando haya cogido color, agregar el también el pak choi previamente lavado y ligeramente troceado, le habremos quitado el tallo que es la parte más gruesa y dura. Cocinar 5 minutos más a fuego medio salteando constantemente.

Paso 4

Mientras tanto, hacer la vinagreta: integramos bien una cucharada de mostaza de Dijon, una cucharada de mermelada de mora y una cucharadita de zumo de yuzu o de zumo de limón o de zumo de lima, según tengamos a disposición. Se trata de lograr un aderezo equilibrado; dulce, picante, ácido… al que por último incorporaremos el aceite de oliva virgen extra.

Paso 5

Cortar el pepino en rodajitas finas, previamente lavado, y mezclar con el resto de la ensalada. Terminar agregando también el pollo troceado, aliñar con la vinagreta y poner también los pistachos pelados.