Quizá lo que más me divierta comer, después de un buen plato de cuchara, sea una ensalada. Y no, no estoy de acuerdo con aquella frase tan típica de los dibujos de los Simpson, cuando Homer y Bart le cantaban a Lisa aquello de «no conquistas nada con una ensalada». Seguramente ellos se referían un batiburrillo de lechuga y tomate sin más, aunque considero que si aún con dos ingredientes, estos son buenos, el triunfo es igual.

Y es que una ensalada puede llevar absolutamente de todo. Su base puede ser de hortalizas, verduras, pasta o legumbres, a las que se pueden añadir frutas, embutidos, quesos, conservas y frutos secos o una combinación de varios. La imaginación a la hora de elaborar una ensalada no tiene límites. Vale casi de todo. Incluso con tan solo un ingrediente de base, y un buen aliño, aspecto que considero fundamental, se puede obtener un resultado delicioso.

Aunque se considera plato de verano, son también idóneas para invierno pudiendo consumirlas templadas o tibias. Ejemplos de ello son la ensalada de pollo templada, la ensalada de patata, pollo y pesto o la ensalada de boniato asado y queso de cabra. La de hoy, es también un ejemplo de que las ensaladas también valen para consumirlas cuando hace frío, y es el claro ejemplo de que, con una base sencilla y el tan importante aliño, conseguimos un plato de diez.

Utilizaremos ingredientes fáciles de encontrar. Zanahorias tenemos todo el año, y de buena calidad, pero os puede servir también calabaza, boniato en temporada o una mezcla de ellas, y aguacate. Para hacerla de invierno, basta con cortar la zanahoria en bastones y asarla. El aguacate, aunque podríamos también pasarlo por la plancha me gusta más como elemento refrescante, junto al aliño de kéfir (también sustituible por un yogur natural no azucarado), cominos, lima y cilantro, y el crujiente de frutos secos como puedan ser unas pipas de girasol, calabaza, o vuestro fruto seco preferido.

Esta, es una ensalada que tomar como perfecto entrante y no miento si digo que se puede comer uno un bol entero sin enterarse. Asad zanahoria de más, porque me lo agradeceréis, con la precaución de almacenar el sobrante por separado, pues las ensaladas no conservan bien si están ya aliñadas; mezcláis en el último momento y añadís el aguacate fresco y, por último, los frutos secos al gusto. La zanahoria asada la guardáis en una tartera cubierta con un poquito de aceite de oliva virgen extra, y listo.

Ensalada de zanahorias con salsa de kéfir

Ingredientes

  • Zanahorias, 6 ud
  • Aguacate, 1 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Savia palmera, 1 cucharada
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Cilantro fresco, al gusto
  • Zumo de limón, unas gotas
  • PIpas tostadas o frutos secos, 50 g
  • Kéfir, 120 ml
  • Cominos enteros, 2 cucharadas

Paso 1

Limpiar y laminar las zanahorias

Paso 2

Condimentar las zanahorias y asar.

Paso 3

Preparar la crema de yogur y también abrir el aguacate

Paso 4

Montar la ensalada.

Paso 1

Pelar las zanahorias y quitar la parte del «culo» que es donde empiezan los tallos. Con la ayuda de un cuchillo bien afilado laminar a lo largo, con un grosor de cómo máximo 4 mm. Disponer en una bandeja de horno.

Paso 2

Aliñar con sal, pimienta negra, aceite de oliva y un poquito de savia palmera. Si no tenemos, podemos utilizar un poco de miel o de melaza. Introducir en el horno, precalentado a 180 ºC durante, aproximadamente, unos 20 - 30 minutos o hasta que las zanahorias empiecen a estar tostadas por los bordes y tiernas por dentro. 

Paso 3

Mezclar en un bol el kéfir con la sal, los cominos y el aceite de oliva. Reservar. 

Paso 4

Pelar el aguacate y quitar el hueso central partiéndolo, lo primero, por la mitad. 

Paso 5

Cuando las zanahorias ya estén asadas, aliñar con un poco de zumo de lima o de limón y mezclar bien. 

Paso 6

Montar la ensalada con una base de kéfir de cominos, encima la zanahoria asada, el aguacate levemente machacado, un poco de sal y un buen chorrete de aceite de oliva virgen extra por encima. Para terminar, podemos agregar unas pipas o frutos secos y también unas hojas de cilantro.