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Una ensalada fresquita suena muy apetecible como menú para disfrutar de una jornada de playa o piscina, pero todos sabemos lo que ocurre si aliñamos la ensalada con antelación, el aspecto y la textura de algunos ingredientes pasado un tiempo es muy poco apetecible.
Afortunadamente, este es un contratiempo que se puede evitar y sin necesidad de llevarse la ensalada en un recipiente y el aliño en otro. El de hoy es el truco perfecto para llevarse una ensalada de un sitio a otro, bien sea a la playa o al trabajo si eres de los que, como yo, prefieres pasar los días de calor a la sombra del techo de la oficina.
En realidad, la opción de llevar el aliño por separado tampoco es muy práctica, pues los envases monodosis son carísimos y generan cantidad de residuos innecesarios y llevarnos el aliño preparado en un frasco aparte supone correr el riesgo de que se abra en la bolsa durante el camino causando un desastre.
La mejor solución es olvidarse del táper y 'envasar' nuestra ensalada colocando los ingredientes que más nos apetezcan por capas en un bote alto que colocaremos en posición vertical en nuestra nevera de la playa.
La clave está en ordenarlos siguiendo unas reglas para que todo aguante en perfecto estado hasta la hora de comer. Se trata de colocarlo todo en un bote de cristal o en cualquier recipiente alto y estrecho de manera que los ingredientes más sensibles como la lechuga o el tomate no estén en contacto con el aliño y compactar bien el resto de capas para que no se vaya mezclando todo con el movimiento del transporte.
A modo de ejemplo, os enseño esta que me preparé hace tiempo y aproveché para fotografiar el paso a paso, pero es totalmente personalizable siguiendo las reglas que os explico al final de la "receta", entre comillas, porque no tiene más misterio que ir metiendo las cosas en un bote siguiendo un orden concreto.
Ingredientes para hacer una ensalada en bote
Para la ensalada
- Maíz dulce
- Pepinillos en vinagre
- Zanahorias encurtidas
- Aceitunas sin hueso
- Atún al natural
- Pepinillos frescos
- Salmón ahumado
- Tomates cherry
- Hojas de lechuga
Para el aliño
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal (opcional)
Paso 1
Mezclamos los ingredientes del aliño y ponerlos en el fondo del bote.
Paso 2
Colocamos los distintos ingredientes en capas siguiendo exactamente el orden en el que aparecen en la lista.
Paso 3
Cerramos el bote y transportamos en vertical.
La forma de colocar las capas es muy sencilla:
En el fondo siempre pondremos el aliño, yo le suelo poner un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y dos cucharaditas de vinagre. Si en la ensalada utilizo algún ingrediente que aporta sal, no pongo sal en el aliño. Si no, se puede añadir, sal, salsa de soja, miso... las opciones son muchas.
Una vez que tenemos la vinagreta en el fondo, colocamos las verduras encurtidas (pepinillos, cebollitas...) y los alimentos duros como maíz, guisantes, zanahorias, alubias, garbanzos, cebolla, aceitunas… que no solo no se reblandecerán con el aliño, sino que lo irán absorbiendo y quedarán más sabrosos.
Sobre estos pondremos los otros ingredientes más ligeros que no queremos que absorban el aliño para que éste no afecte a su textura como arroz hervido, pepinillos frescos, atún desmigado, pollo asado o cocido, salmón.
Y, para terminar, colocaremos los alimentos delicados como el tomate y la lechuga u otras verduras de hoja como las espinacas, los canónigos, la rúcula… Antes de meter éstas en el bote debemos asegurarnos de que las capas inferiores están bien compactadas y de que llenamos el bote hasta arriba, eso nos asegurará que la lechuga permanezca a salvo durante el camino -siempre y cuando transportemos el bote en vertical y bocarriba-.
A la hora de comer, muy fácil, si podemos hacerlo en un plato, basta con volcar el contenido del bote sobre él y, al vaciarse, el aliño bañará al resto de los ingredientes. Si tenemos que comerla directamente del bote, un buen meneo con energía y a disfrutar.
El truco de guardar la ensalada en un bote, que puede ser cualquier bote reutilizado, también nos sirve para tener alguna ensalada ya lista en la nevera. Si se hacen con ingredientes frescos se conservan en la nevera hasta 3 o 4 días y son cómodas para echar mano de ellas a la hora de cenar o cuando llegamos a casa muertos de hambre.