Ser un tipo soltero, sin trabajo y amante del vino, siempre, mires por donde lo mires,  trae experiencias nuevas. Para la receta de hoy, primero se me ocurrió hacer un pan. Sí, directamente, un buen pan casero. Os prometo enseñaros los resultados y la receta en mi próxima publicación. Pero luego del pan, me sobró masa, y pensé que un pan era poca cosa para los seguidores de Cocinillas, así que empecé a dar vueltas y vueltas para saber cómo invertir lo que me había sobrado. Así que me decidí: empanadas caseras. ¿Nunca os han entrado ganas de hacer empanadillas caseras y pasar de tanto congelado insípido? Aquí tenéis la solución.

Ingredientes (8 empanadillas)

  • 200g Tofu
  • 250g Harina
  • 1/2 Sobre levadura panadería
  • Aceite
  • 1/2 Zanahoria
  • 1/2 Calabacín
  • 1/2 Cebolla
  • 1/2 Puerro
  • Jengibre
  • Salsa de soja
  • Salsa Yakiniku
  • Nata para cocinar

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Preparación:

Primero preparamos la masa. Ponemos un vaso de agua caliente en un recipiente. Añadimos medio sobre de levadura de panadería, un chorro de aceite, una pizca de sal y harina. A mí siempre me han puesto histérico las mediciones matemáticas, así que yo pongo, a “ojímetro”, unos 150 gramos, remuevo un poco, y añado otros 50. Y cuando veo que ya coge forma, añado los 50 finales. Esto se traduce a que vayamos añadiendo harina y removiendo hasta que se forme una masa homogénea, una pelota sólida.

Una vez que tengamos esta bola formada, la ponemos en un bol con un poco de harina y la cubrimos con plástico transparente durante una hora.

Mientras, cortamos todo el relleno de verduras y el tofu en trozos muy pequeños y lo ponemos a pochar lentamente. Yo tenía tofu rebozado en una bolsita, pero vale cualquier otro tipo. Cuando las verduras y el tofu se hayan cocinado, añadimos la nata y removemos. A continuación, añadimos un chorro de soja y otro de salsa Yakiniku o la que más nos guste. Removemos otro poco y apartamos del fuego.

Tras la hora, cogemos la bola que habíamos dejado en reposo. Habrá cogido cuerpo y se habrá hinchado. La sacamos y la amasamos sobre una tabla, cubriendo la superficie con harina. Con ayuda de un rodillo, vamos dejando la superficie lisa. Usamos un vaso o una pieza con forma redonda para hacer la base de las empanadas y añadimos en el centro el relleno.

Cerramos la empanada y la pintamos con un huevo batido. Las metemos al horno, 30 minutos a 200 grados con fuego abajo, más 10 minutos con gratinado, para que estén crujientes por arriba. Listo.

Resultado:

Lo sé, lo sé, soy un manazas para cerrar las empanadas, y no tengo delicadeza ni criterio, pero la intención era buena. Aunque como suelo decir, no impresionan especialmente, están absolutamente deliciosas. Crujientes por fuera y sabrosas y tiernas por dentro. Para los más estrictamente vegetarianos, se puede cambiar la nata de cocinar por nata de soja. Y para los que prefieran más condimento, se puede añadir queso de cabra y carne.

Tiempo: 45 minutos (sin añadir la hora de espera de la masa)

Dificultad: 6/10

Digestión: 4/10

Precio: 5€

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