Si os da horror pensar en hacer pan en casa esta es vuestra receta, igual que también lo es la del pan de pita fácil. Pero en este caso jugamos con una ventaja muy importante: no tenemos que pensar en las fermentaciones. Básicamente porque no lleva levadura, estamos hablando de un pan ácimo cuyos únicos ingredientes son la harina, la sal, el yogur, un poco de agua y la levadura de bizcocho que nos otorgará un poco de esponjosidad cuando los cocinemos. Nada tienen que ver con los deliciosos (y también fáciles) panecillos tipo Kaiser pero sí con los crumpets ingleses, aunque a nuestros flatbreads de yogur nunca los acompañaremos con un té. 

En España este pan no es tan conocido pero sí que lo es en países orientales y también en latinoamericanos y, lo bueno, es que se hace sin apenas esfuerzo. Sólo tendremos que concentrarnos en un buen amasado para unir todos los ingredientes sin grumos y después el arte vendrá a la hora de estirar cada uno de los panes. Se tendrá que hacer un rulito y después aplastarlo por completo con la ayuda de un rodillo.

La cocción, para que resulte aún más sencillo, se realizará sin encender el horno sino con la ayuda de una sartén o plancha bien caliente y un dado de mantequilla en ella que nos servirá para aromatizar ligeramente un pan que se queda elástico, perfecto para acompañar pero también para rellenar a modo de lahmacum. 

En esta ocasión he personalizado el pan con unas hojas de perejil fresco puestas justo antes del cocinado, pero esta masa os admite muchas opciones dentro de ella: frutos secos, hierbas, especias o incluso algas o taquitos de jamón. 

Cómo hacer pan plano de yogur en sartén

Ingredientes

  • Harina, 260 g
  • Sal, 8 g
  • Yogur, 1 ud
  • Levadura química de bizcochos, 2 cucharaditas
  • Agua, 2-4 cucharadas
  • Perejil fresco
  • Mantequilla, 40 g

Paso 1

Amasar todos los ingredientes y dejar reposar

Paso 2

Partir la masa, hacer rulitos y aplastar bien aplanando

Paso 3

Poner el perejil encima, aplastando un poco.

Paso 4

Cocer en una sartén caliente.

Paso 1

Poner en un bol la harina con la sal y la levadura y remover bien para que todo quede bien mezclado. 

Paso 2

Agregar el yogur y dos cucharadas de agua y empezar a amasar, incorporar más agua si vemos que la masa se resquebraja y no se une bien por completo. Amasar hasta que quede lisa y sedosa, muy suave y tierna. Poner en un bol aceitado, tapar con film y dejar reposar durante 1 hora. 

Paso 3

Volcar la masa sobre una superficie enharinada y cortar en 6 trozos. Cada trozo aplanarlo ligeramente y enrollarlo sobre sí mismo, ese rollito aplastarlo con un rodillo y estirarlo hasta conseguir una masa de unos 2-3 cm 

Paso 4

Calentar una sartén a fuego medio-fuerte y agregar un poco de mantequilla hasta que se derrita. Poner entonces el pan con unas hojas de perejil aplastadas contra él. El movimiento será rápido, el pan se hará de forma veloz y habrá que darle la vuelta con maña para que también se cocine por el lado contrario. 

Paso 5

Cuando esté dorado por ambas caras retirar cada pan a un plato e ir poniéndolos uno encima de los otros haciendo pirámide. Tapar con un paño sin olores para que mantengan la temperatura y la consistencia antes de ser servidos. 

Trucos y sugerencias

Este pan es perfecto también para hacer un emparedado a partir de él, poniendo un pan por encima y otro pan por debajo y tostándolo en el último momento. Nos permite hacer también wraps caseros rellenos de todo lo que nos podamos imaginar. 

La masa la podremos congelar una vez tostada, pero ligeramente, para que posteriormente cuando queramos consumir este pan plano sólo tengamos que meterlo en el tostador o darle el último golpe en la sartén para darle el crujiente exterior pero también calentarlo lo suficiente por dentro. Si queréis que os aguante más días os aconsejo que lo metáis en una bolsa plástica y luego lo regeneréis también en un tostador o pasándolos de nuevo por la plancha.