El recetario de La Mancha es tan extenso como lo ocupa su región. Una tierra de pastores y agricultores que trae consigo una historia culinaria humilde de mucha tradición. Entre ellos las gachas manchegas, que suelen venir acompañadas de la frase recitada por los abuelos “esto lo comía yo cuando pasábamos hambre”, siendo para ellos uno de los mejores manjares.
Hay variaciones en la receta. Dependiendo de la zona donde se hagan algunas llevarán ajo, guindilla seca, hígado…etc. pero yo os voy a enseñar las que hacemos en mi familia cuando en invierno nos juntamos los fines de semana todas las mujeres de la casa.
Una buena perola de gachas, unas cuantas barras de pan y colones y a meter la mano hasta que se terminen.
Es un plato sencillo y muy pero que muy contundente, de los que requieren una buena siesta o descanso. 100% recomendable para un domingo invernal.
Igredientes para 3 personas
* Harina de almorta
* 1 Chorizo fresco
*1 litro de agua
* 2 Lonchas de panceta
* Aceite de oliva
* Pimentón
* 1 Pastilla de Avecrem
* Sal
Preparación
Lo primero de todo es partir en trocitos el chorizo y las lonchas de panceta, para después freírlos en una sartén con 1 cucharada de aceite de oliva. Os recomiendo que la sartén sea profunda y de un tamaño medio, porque así si os pasáis con la harina no habrá problemas de desbordamientos.
Cuando la panceta y el choricito estén fritos sacadlos con una paleta o un tenedor para que se quede en la sartén el aceite que han soltado.
Ahora llega el momento más complicado del plato, no por que sea difícil sino porque hay que ser rápidos. En cuanto tengamos los tropezones fuera de la sartén echamos en ese aceite que hemos reservado, aun en el fuego, media cucharadita de pimentón dulce ( salen perfectas también con el picante) para tostarlo un poco. En este momento tenéis que ser rápidos porque el pimentón se quema muy fácilmente y luego le da un toque amargo a las comidas.
En cuando este listo añadir 2 cucharadas soperas bien llenas de harina de almorta y remover para tostarlo. Ahora el proceso sería el mismo que el de la bechamel, pero con la ventaja de que la harina de almorta es mucho más fina y no hay que preocuparse de los grumitos.
Cuando veamos que la harina ha cogido color y se ha mezclado bien con el aceite hay que ir añadiendo sin dejar de remover el agua. Se puede echar el litro de agua entero sin problema, pero yo soy de las que va poco a poco para no pasarme o quedarme corta.
Lo importante es que no dejéis de remover hasta que no veías que las gachas tienen la consistencia de un puré espeso, en ese momento tendremos que añadir los tropezones de chorizo y panceta, la sal y la pastilla de Avecrem. Un par de vueltas más y lo dejáis a fuego medio durante unos 5 minutos burbujeando en el fuego hasta que veáis como el aceitillo rojo se queda flotando y listo.
Y un vídeo con parte del proceso
Es recomendable que se coman nada más salir del fuego, directamente de la sartén, porque frías no están igual de buenas. Y lo más importante: las gachas se comen con una barra de pan al lado para ir mojando, nada de tenedores o cucharas 😉
Resultado.
Simplemente increíble. El aspecto no es el mejor, el sabor, indescriptible.
Tiempo: 20-25 minutos
Dificultad: 3/5
Digestión: 5/5
Precio: 2,5 euros