Esta receta es fruto del aburrimiento y de juntar muchos ingredientes que suelo usar para diferentes platos. Ya os enseñé a hacer el curry de cacahuete, y sabéis que los platos orientales y en concreto los tailandeses son una pasión, así que vamos a hacer unos deliciosos tallarines con una salsa de cacahuete y jengibre muy facilitos pero que tienen la complicación de necesitar unos ingredientes que quizás no todos tengamos en nuestra cocina, aunque estos si son fáciles de encontrar.
Ingredientes
- 200 g de tallarines de arroz (si no tenéis valen normales de trigo)
- 4 cucharadas grandes de mantequilla de cacahuete.
- 3 cucharadas grandes de salsa de soja.
- 3 cucharadas grandes de aceite de sésamo.
- 1 cucharada grande de ralladura de jengibre.
- Una guindilla seca
- 2 cucharadas pequeñas de semillas de sésamo.
- 3 cucharadas pequeñas de vinagre de arroz.
- 3 cucharadas pequeñas de azúcar.
Preparación
- Si optamos por los tallarines de arroz tenemos que hervir agua, y cuando llegue al punto de ebullición parar el fuego e introducir los tallarines 10 minutos. Si son de trigo prepararlos como indique el paquete.
- En un chorrito de aceite de oliva ponemos a tostar poco de ajo y las semillas de sésamo hasta que estén ligeramente doradas.
- Añadimos el aceite de sésamo, el vinagre de arroz y reducimos un poco para que el vinagre pierda su fuerza, sino matará el sabor.
- Añadimos la salsa de soja, la mantequilla de cacahuete, la ralladura de jengibre, la gundilla hecha pedazos y el azúcar. Lo tenemos unos minutos a fuego 5/10 para que liguen todos los ingredientes y coja consistencia la salsa. Una vez ocurre esto añadimos los tallarines después de pasarlos por un colador para quitarle el agua y removemos hasta que quede todo bien mezcalado. Está muy rico acompañado de un poco de salsa de chili dulce.
Tiempo: 15 minutos
Dificultad: 3/5
Digestión: 3/5
Precio: 5€ o menos