- Total: 1 h 30 min
- Comensales: 2
La remolacha, una de esas verduras que tenemos olvidadas. Y es que a veces nos puede dar un poco de miedo comprar ingredientes que nunca hemos cocinado antes, bien por no saber qué hacer con ellos o por desconocerlos por completo. Pues amigos, la remolacha se puede utilizar de muchas formas distintas y además es de lo más divertido porque ¡transforma el color de nuestra comida en rojo o rosa! Así que podemos simplemente cortarla en rodajas y preparar algo tan sencillo como esta ensalada, o triturarla y hacer una salsa de color rosa chillón como la de nuestras patatas locas.
Ingredientes
- 1 huevo
- 1 remolacha (del mismo tamaño que el huevo o un pelín más grande)
- 200g de harina 00
- Una pizca de sal
Yo hoy he probado una receta de un programa de cocina italiana que vi hace poco en la telévisión, se llama Simply Italian y sólo tiene 4 capítulos pero la verdad es que me ha encantado.
Es un tipo de pasta bastante diferente que podemos usar para sorprender y darle un toque diferente y original a nuestros platos. Y por supuesto al ser casera la calidad es mucho mejor que cualquiera que podáis comprar en el supermercado. Así que si ya has probado nuestra receta de pasta fresca casera o nuestros raviolis, ¡lánzate con esta nueva idea!
Preparación
Lo primero es cocinar las remolachas. Para ello las lavamos y cortamos las hojas dejando como 3 ó 4 cm de rabito. No cortéis la parte de la raíz y ¡no las peléis! Esto es muy importante ya que si las peláis o cortáis todo el color saldrá mientras cuecen y lo perderemos. Echamos las remolachas en agua hirviendo durante aproximadamente 30 minutos. Cuando las saquéis veréis que la piel se quita muy fácilmente simplemente empujándola con ayuda de un cuchillo.
Ponemos las remolachas y el huevo en una batidora de vaso y trituramos bien hasta que quede bien líquido.
Ponemos el harina en un bol con una pizca de sal y vertimos el huevo y remolacha dentro. Mezclamos y cuando sea más manejable sacamos del bol y amasamos con la mano hasta que esté más uniforme. Si hace falta espolvoreamos un poco de harina por la mesa para que no se pegue.
Hacemos una bola y la envolvemos en papel film para dejarla reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
Una vez pasados los 30 minutos, cogemos nuestra máquina de pasta o rodillo y le damos la forma que queramos. Recordad, si usáis la máquina siempre hay que empezar por el más ancho, usando el primero varias veces, y luego ir reduciendo una a una.
Esta pasta al ir haciéndose más fina se puede pegar un poco así que tened harina a mano para poner sobre la mesa y espolvorear las láminas para que no se peguen las unas a las otras.
Por último, secar en perchas durante unos minutos y cuando ya no se pegue podéis cocinarlas diréctamente o congelar para usar otro día.
Resultado
Está buenísima y es muy divertido hacerla, ya que la masa parece una bola gigantesca de chicle.Yo he hecho el doble de cantidades y me ha salido tanta pasta que ¡he tenido que usar el tendedero para secarla! Os dejo foto. he hecho parpadelle y láminas de lasaña.
Se puede hacer cualquier forma de pasta. Tened en cuenta que si hacéis raviolis tendréis que hacer las láminas lo más finas posible, y si es para tallarines o parpadelle tendrán que ser algo más gorditas, lo mismo que para láminas de lasaña.
¿Queréis ideas para saber qué cocinar con esta pasta? Pues atentos porque dentro de poco os traeré algunas opciones.