Hace años, en mis tiempos de compartir piso de estudiantes, una de nuestras recetas favoritas eran los macarrones gratinados, algo tan simple con ir alternando capas de macarrones cocidos y salsa de tomate, cubrir de queso y gratinar. Era una receta barata y sencilla que nos encantaba, con el tiempo, no solo no la he dejado de preparar sino que la he ido perfeccionando, para hacerla más rápido y aún más rica.

El resultado es esta lasaña de raviolis de pasta fresca que suelo prepararla con raviolis caseros y es una auténtica delicia, aunque con unos raviolis de pasta fresca comprados que sean ricos también sale espectacular, pues una vez horneado queda como una lasaña, pero con muchísimo menos trabajo.

Preparación de la Lasaña de raviolis frescos

1. Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
2. En una fuente que pueda ir al horno, ponemos:
   • Una capa de sofrito de tomate y verduras o de salsa boloñesa.
   • Una capa de queso rallado.
   • Una de raviolis.
   • Sofrito de tomate.
   • Queso.
   • Raviolis.
   • Sofrito de tomate.
   • Queso.
3. Horneamos durante 20 minutos a 200ºC y luego 5 minutos más con el grill a 250ºC y la fuente en la posición media del horno. Durante el gratinado es mejor vigilar porque cada horno es un mundo y cada persona otro y hay quien lo prefiere solo dorado y quien lo prefiere más tostado. Eso ya, vosotros mismos.

Resultado

Como os habréis dado cuenta, en esta lasaña de raviolis lo único que hemos hecho ha sido sustituir las placas de lasaña por raviolis de pasta fresca, así ahorramos tiempo y el trabajo engorroso de cocer las placas de pasta o hidratar las que ya vienen precocidas.