Hacía tiempo que no preparaba un arroz, y aprovechando estos días en los que la ola de calor parece que ha remitido un poco os he preparado este arroz con calamares que está para chuparse los dedos y, de paso, aprovecho para contaros mi truquito para que los calamares del arroz no queden como una goma, porque la cocción de estos cefalópodos tiene su intríngulis y es que, si nos pasamos de tiempo, quedan como un chicle y es una lástima.

Preparación del arroz con calamares fácil

1: Sofreír el pimiento

En una sartén, paella o cazuela baja ponemos a calentar el aceite en el que sofreiremos el ajo prensado, el pimiento verde cortado en brunoise y las patitas y aletas de los calamares cortadas en trozos.

2: Terminar el sofrito

Cuando el pimiento verde empiece a ablandarse añadimos el pimiento rojo asado y el tomate rallado sin la piel. Sofreímos el conjunto a fuego moderado durante unos 8 o 10 minutos.

3: Cocinar el arroz

Cuando el sofrito esté listo añadimos el caldo y los guisantes. Llevamos a ebullición, echamos el arroz Brillante Sabroz, bajamos el fuego casi al mínimo -lo justo para mantener el chup chup– y lo dejamos cocinar unos 18 minutos hasta que el arroz esté casi en su punto.

4: Añadir los calamares

Cuando el arroz esté casi listo, añadimos los calamares troceados, los mezclamos bien en el arroz, retiramos del fuego, tapamos con un paño limpio y dejamos reposar durante 5 minutos para que los calamares se cocinen con el calor del arroz.

5: Servir

Servimos nuestro arroz con calamares inmediatamente. Opcionalmente se puede acompañar de un buen alioli casero.

Notas

• Los calamares quedan más bonitos si se les quita la piel, pero pierden mucho sabor, por eso yo se la dejo siempre.
• Si no os gusta el arroz tan pálido se le puede dar color con un poco de pimentón o de cúrcuma, aunque si lo que buscamos es un arroz en el que domine el sabor de los calamares queda mejor al natural.
• Si no te gustan los guisantes no pasa nada por no echárselos, pero es una buena ocasión para comer esta legumbre.
• Con tres vasos de caldo queda ligeramente caldoso pero sin llegar a ser una sopa, textura que a los arroces marineros les va fenomenal, porque no os imagináis lo riquísimo que sabe ese caldo.