El spätzle es un tipo de la pasta que en la mayor parte de los sitios la hacen de forma casera a partir de harina y huevo, como la pasta fresca italiana, y que es tradicional del sur de Alemania y de Austria. Y ahí sí que hay mucha tradición de hacerla como plato principal, condimentada con muchísimo queso y también hígado de cerdo, o espinacas, o incluso se comen de postre con manzana. Incluso se pueden tomar al lado de una currywurst.

Viendo el plato de pasta recién gratinado, recuerda sin duda a los macarrones con queso americanos, los mac & cheese, pero también a los macarrones con tomate y chorizo, muy tostados en el horno, que hacía mi madre cuando era pequeña los días de fiesta y los macarrones del cardenal gratinados con bechamel y butifarra.

Por supuesto, como con la pasta, el spätzle se puede preparar de todas las formas que nos podamos imaginar y también con ellos pueden surgir muchas variantes de pasta. El spätzle puede encontrarse ya hecho y listo para cocer en algunas cadenas alemanas de supermercados.

Hacer pastrami en casa es un lío importante así que siempre se puede comprar uno bueno antes de liarse a hacerlo. Esta receta puede ser todo lo fácil que se quiera que sea porque la cebolla caramelizada se puede comprar hecha.

Cómo hacer spätzle con pastrami

Pasta con pastrami y queso

Ingredientes

  • Chalota, 3 ud
  • Cebolla blanca, 1 ud
  • Cebolla morada, 1 ud
  • Mantequilla, 40 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Pasta tipo spatzle, 350g
  • Pastrami, 150 g
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Queso cheddar blanco, 100 g
  • Queso gouda rallado, 120 g

Paso 1

Freír la chalota

Paso 2

Caramelizar la cebolla con el pastrami

Paso 3

Cocer la pasta y mezclarla con la cebolla

Paso 4

Cubrir con el queso y gratinar. Terminar con las chalotas y más pastrami.

Paso 1

Derretir la mantequilla a fuego animado, con un poco de aceite para que no se queme. Pelar y picar la chalota finamente y freírla en esa mantequilla, hasta que esté bien dorada. Retirar y reservar. 

Paso 2

Pelar y picar la cebolla morada y la cebolla blanca, en juliana fina. Añadir un poco más de aceite a la olla y poner la cebolla, caramelizar a fuego bajo-medio con un poco de sal, revolviendo de vez en cuando. 

Paso 3

Trocear el pastrami, quitar las partes más grasas y hacerlo cuadraditos. Dejar un poco más para lonchearlo fino y disponerlo al final de la receta por encima. Incorporar el pastrami a la cebolla. Para agilizar el proceso tapar y subir el fuego. Pero tendremos que tener cuidado y removerlo muy constantemente.

Paso 4

Mientras tanto, hervir la pasta en agua con sal dos minutos menos de lo que diga el envase. Entonces, escurrir bien y enfriar con el chorro de agua fría. Añadir también un poco de aceite para que la pasta no se pegue entre ella.

Paso 5

Cuando la cebolla ya esté bien caramelizada añadir la pasta a la olla y apagar el fuego. Mezclar todo muy bien y cubrir completamente con los dos tipos de queso y también con la pimienta negra. 

Paso 6

Gratinar con el horno encendido a tope, hasta que el queso esté bien derretido y empiece a tomar color. 

Paso 7

Terminar por encima con la chalota frita y también con el pastrami cortado muy finamente.

Trucos y sugerencias

Si queremos dejarlo hecho con anterioridad, un buen truco es no gratinarlo al momento. Dejarlo en la nevera todo preparado y cuando queramos comerlo dejar el horno a 180 ºC y entonces que se caliente todo bien durante 15-20 minutos. Luego poner el grill para que se dore por encima.