Los gnocchi o ñoqui son un plato de origen italiano, tradicionalmente hechos a base de patata, y englobados dentro de la multitud de variedades de pasta. Su nombre, que significa 'pelotilla' hace referencia a la forma que se le da a la masa.

Podemos encontrarlos en cualquier rincón de Italia, aunque dependiendo de la región, estos varían ligeramente de forma y tamaño, pero siempre tienen como elemento común la harina y el huevo. De tamaño bocado, y forma cilíndrica son una deliciosa pasta fresca, muy fácil de reproducir en casa. Tienen un sabor muy delicado y poseen una textura realmente suave.

Tanta es su popularidad, que, con la inmigración italiana a finales del siglo XIX a Argentina, estos se elaboran ya como tradición allí, el día 29 de cada mes, colocando un billete debajo del plato para, dicen, atraer así la fortuna y prosperidad.

Su delicado sabor se aprecia mejor con aliños simples a base de mantequilla y alguna hierba aromática (mejor si es fresca) como la salvia, pero admite todo tipo de salsas, incluso las más potentes, como pueda ser una de queso gorgonzola. Además de patata cocida, los ñoquis pueden elaborarse con otros ingredientes sencillos como la calabaza asada, el boniato, una mezcla de patata y calabaza, pero también de queso ricotta y/o espinacas, u otros más originales como puedan ser de remolacha o de maíz, o incluso se pueden freír resultando unos ñoquis fritos sorprendentes.

La de hoy, es una de esas múltiples variaciones, que nos va a permitir ahorrar en el tiempo de cocinado, al no llevar ningún tipo de tubérculo cocido. Utilizando espinacas frescas y mezclándolas en vaso batidor simplemente con harina, la yema de un huevo y aceite, tendremos la masa lista en cuestión de unos pocos minutos. Y no, aunque solo lleve espinacas, su sabor no es muy predominante, pero para aquellos que lo prefieran, se puede combinar con patata cocida.

La masa resultante, sea cual sea la combinación escogida, deberá quedar un poco pegajosa pero fácil de trabajar con las manos. Entonces, esta se divide en finas tiras que haremos rodar con las manos para conseguir un cilindro, que cortaremos en pequeños trocitos que serán nuestros ñoquis. A partir de aquí, estos se pueden congelar (por lo que es conveniente hacer de más y así tenerlos ya listos) o cocer directamente en agua con sal, para lo que tardarán muy pocos minutos.

Las pequeñas bolitas pueden llevarse a cocer tal y como están, pero tradicionalmente se les da una forma estriada con un artilugio específico (aunque de manera casera se puede usar un tenedor, haciendo rodar la pelotilla por él). Esta “riga” no es baladí, permite que los ñoquis se cuezan de manera uniforme, y que la salsa escogida se quede entre esos pequeños canalillos, resultando así un bocado más sabroso, pero en casa podemos saltarnos este paso pues buscamos elaborar una receta rápida y lo más sencilla posible.

A la hora de “bolear” los ñoquis, y dado que pueden resultar algo pegajosos, nos ayudaremos de espolvorear harina sobre la superficie en la que se vaya a trabajar, pero habrá que tener precaución con no añadir mucha harina de más pensando que así serán más manejables, pues podríamos conseguir una pasta demasiado pesada. Con enharinar bien la mesa de trabajo antes de darles la forma debería ser suficiente y así lograremos que no se peguen.

Cómo hacer estos ñoquis de espinacas

Ingredientes

Para los ñoquis de espinaca

  • Espinacas frescas, 300 g
  • Harina, 300 g
  • Aceite de oliva suave, 100 ml
  • Yema de huevo, 1 ud
  • Levadura química, 1 cucharadita
  • Cebolla en polvo, 1 cucharadita
  • Sa, c/s
  • Pimienta negra molida, 1/4 cucharadita

Para la salsa de queso

  • Queso mozzarella, 35 g
  • Queso azul, 15 g
  • Queso gruyere, 35 g
  • Queso manchego semigurado, 30 g
  • Nata para cocinar, 200 ml
  • Mantequilla, 1 cucharada
  • Sal y pimienta, al gusto
  • Nueces peladas y picadas, un puñado

Paso 1

Elaborar los ñoquis

Paso 2

Preparar la salsa

Paso 3

Cocer los ñoquis

Paso 4

Regar con la salsa y terminar con las nueces

Paso 1

Lavar las espinacas. En un vaso batidor colocar las espinacas en tandas e ir triturando hasta que queden bien picadas. Añadir entonces la harina, la yema de huevo, el ajo/cebolla en polvo, sal y pimienta. Triturar hasta que esté bien integrado.

Paso 2

Añadir el aceite hasta que veamos que la masa se despega de los bordes. Debe quedar manejable aunque se nos pegue un poco a las manos.

Paso 3

Espolvorear un poco de harina sobre una superficie de trabajo y colocar la masa sobre ella.  Dividir la masa en porciones en forma de tiras, y rodar cada tira sobre sí misma para hacer un cilindro.

Paso 4

Cortar cada tira en trocitos de bocado. Ir colocando cada ñoqui sobre la bandeja enharinada para que no se peguen mientras hacemos el resto. En este paso se pueden congelar. Opcional y para darles forma pasar cada ñoqui por un tenedor. Esto hará que la salsa se quede entre esas pequeñas formas y así sean más sabrosos.

Paso 5

En un cazo poner agua abundante a cocer con sal. Cuando hierva, añadir los ñoquis. Se hundirán y estarán listos cuando floten, en unos 2 minutos. Sacar con un colador grande o espumadera a un bol con aceite para evitar que se peguen. Reservar un vaso del agua de cocción.

Paso 6

Para la salsa poner al fuego una sartén con una pizca de mantequilla. Cuando esté derretida añadir la nata. Trocear los quesos y añadir a la sartén hasta que estén fundidos, y salpimentar. Si la salsa queda de textura espesa, se puede añadir un poco del agua de cocción de los ñoquis hasta conseguir textura deseada.

Paso 7

Servir los ñoquis con la salsa de queso, las nueces por encima y decorar con unas hojitas de albahaca.