Los canelones y la lasaña son siempre un acierto, son platos que encantan a todos en casa, especialmente a los más pequeños. Sería una pena no aprovechar esta circunstancia para que esas verduras que les hacen arrugar la nariz les resulten mucho más apetecibles.

[Lasaña de verduras con berenjena]

Estaréis pensando que de poco sirve comer verduras si las enterramos bajo una mar de queso y bechamel y tenéis razón, por eso vamos a hacer unos canelones mucho más ligeros, sin bechamel y sin demasiadas grasas, una receta que es pura dieta mediterránea en la que cocinar verduras no está reñido con el sabor y el disfrute.

[Canelones de atún con tomate y bechamel]

Para que el plato sea más completo, podría tomarse perfectamente como plato único, le ponemos atún y queso ricotta (puede ser también requesón o queso cottage), que aportan proteínas de buena calidad y, como salsa, prepararemos una salsa de tomate rápida aromatizada con especias que será con la que bañaremos nuestros canelones. Un plato sencillo, delicioso y nutritivo para toda la familia.

El mismo relleno podría utilizarse para preparar lasaña si son esas las láminas que tienes en casa o si vas con prisa y no quieres entretenerte en enrollar los canelones. Incluso con las láminas de pasta pequeñas que se usan para canelones, se pueden montar lasañas individuales en cazuelitas de barro y queda una presentación muy apañada.

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El atún, si no te gusta o tienes alergia, puedes sustituirlo por algunos restos de pollo asado desmigados o por huevos duros picados. También serán una fuente de proteína estupenda. 

Paso 1

Precalentamos el horno a 180 °C. Lavamos bien las espinacas y las escurrimos. Pelamos la cebolla y los dientes de ajo y los picamos finamente.

Paso 2

En una sartén grande, calentamos una cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Añadimos el ajo picado y, cuando empiece a 'bailar' y a desprender su aroma, incorporamos la cebolla picada con una pizca de sal. Cocinamos hasta que la cebolla esté dorada y tierna.

Paso 3

Añadimos las espinacas picadas a la sartén y cocinamos durante unos minutos hasta que se ablanden y se evapore todo el líquido que hayan soltado. Si es necesario, rectificamos de sal. Reservamos y dejamos enfriar.

Paso 4

Para preparar la salsa de tomate, ponemos una cucharada de aceite de oliva en una sartén, añadimos el tomate triturado junto con el orégano, la albahaca, sal y pimienta al gusto. Cocinamos a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que los sabores se mezclen y la salsa se reduzca un poco.

Paso 5

Cuando las espinacas estén frías, las mezclamos con el atún bien escurrido y desmigado y con el queso ricotta desmenuzado.

Paso 6

Mientras se termina de hacer la salsa, vamos hidratando las láminas de pasta según indique las instrucciones del paquete. Para unas marcas es suficiente con sumergirlas en agua fría durante unos minutos y, en cambio, otras hay que cocerlas en agua con sal como si fuesen unos macarrones. 

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Paso 7

Cuando las láminas de pasta estén listas, las rellenamos con la mezcla de espinacas, ricotta y atún. Se puede hacer con la ayuda de una cuchara pequeña o utilizando una manga pastelera.

Paso 8

Colocamos los canelones rellenos en una fuente para horno y echamos la salsa de tomate por encima, cubriéndolos por completo.

Paso 9

Horneamos los canelones en el horno precalentado durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que estén calientes y ligeramente dorados por encima.

Paso 10

Retiramos del horno y deja reposar durante unos minutos antes de servir. Opcionalmente, se pueden espolvorear con un poco de queso parmesano rallado.