El arroz frito es lo que yo llamo una receta comodín, en realidad, son muchas recetas en una para convertir un arroz blanco y frío, que bien podrían ser unas sobras, en un plato sabroso que puede ser pura comfort food. 

Es totalmente personalizable, porque el arroz puede ser basmati o blanco de grano largo o integral -los que a mí más me gustan- o el que sea que te haya sobrado. Podemos acompañarlo de verduras de hoja verde (espinacas, kale...), de hortalizas (zanahorias, maíz dulce...), huevos, legumbres (guisantes, habas de soja, garbanzos, lentejas...) y podemos condimentarlos como se nos ocurra (salsa de soja, curry, especias mediterráneas...) y el resultado va a ser siempre un platazo.

Para la receta de hoy, que es más bien un resumen de recetas, vamos a usar legumbres y verduras de hoja verde con las que vamos a hacer un curry exprés en el que saltearemos el arroz para obtener un arroz frito con mucho sabor y aroma que no es nada pesado y resulta perfecto para el verano.

Espinacas y kale, antioxidantes sin calorías

Amadas por todos los que de pequeños queríamos ser tan fuertes como Popeye y odiadas por todos los que la sufrían en sus casas hervidas o cocinadas sin ninguna gracia, las espinacas son una verdura versátil que puede consumirse tanto cruda como cocinada. El kale o berza rizada, un básico en la dieta gallega, ha experimentado un boom en los últimos años gracias a sus asombrosas propiedades nutricionales. En general, las verduras de hojas verdes son siempre una buena estrategia para sumar salud a nuestras recetas.

• Ricas en vitaminas A, C y K, que son esenciales para el cuidado de la vista (A), el sistema inmunológico (C) y la coagulación de la sangre (K).
• Fuente de minerales como hierro, calcio y magnesio, que son importantes para la salud ósea y la producción de energía.
• Contienen antioxidantes como luteína y zeaxantina, que ayudan a proteger los ojos contra el daño oxidativo.
• Bajas en calorías, lo que ayuda a mantener un peso saludable.
• Poseen propiedades antiinflamatorias gracias a los compuestos como los flavonoides y los carotenoides en el caso de las espinacas o la quercetina y el kaempferol en el caso del kale.
• Alto contenido de fibra, que favorece la digestión y contribuye al control del peso.

Legumbres, las proteínas de la tierra

Aunque las proteínas de las legumbres no contienen todos los aminoácidos esenciales, este déficit se compensa cuando se mezclan con cereales, por eso, los platos que combinan arroz y legumbres resultan altamente nutritivos.

• Ricas en proteínas vegetales, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos.
• Aportan grandes cantidades de fibra, que favorece la digestión y ayuda a mantener un peso saludable.
• Bajas en grasas y sin colesterol, lo que contribuye a la salud cardiovascular.
• Fuente importante de vitaminas del grupo B, que son necesarias para el metabolismo energético.
• Aportan minerales como hierro, magnesio y zinc, esenciales para diversas funciones de nuestro cuerpo.
• Tienen un bajo índice glucémico, lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.