Me encanta quedarme sola en casa, simplemente me encanta. Durante estos días, ya sea un puente corto o un verano largo, aprovecho siempre para darme algún capricho y pasar tiempo en la cocina, preparar algo con calma e invitar a la gente a comer o cenar.
Ingredientes (para 4 personas)
- – 12 placas de Canelones precocidas – 3 latas de Atún claro – 1 Cebolla – Tomate frito (150 ml aprox) – Queso rallado (emmental y mozzarella) – Aceite de oliva – Orégano
- Para la bechamel:
- – Harina – Leche – Mantequilla – Nuez moscada – Pimienta negra molida – Sal
Esta noche por ejemplo, tengo cena con amigos y voy a preparar mi receta de pollo al curry. Y ayer, quise darme un homenaje a mediodía, ya que llevaba unos días malcomiendo en el trabajo y necesitaba algo rico. Un plato consistente, y con queso gratinado, eso seguro. No tenía muy claro qué hacer cuando… los canelones vinieron a mi cabeza! Quería hacerlos de espinacas, pero no tenía en casa, así que los reservo para más adelante! Finalmente, opté por hacerlos de atún, de manera que todo el mundo se pueda animar a hacerlos para hoy, viernes santo y fecha bastante respetada en cuanto a vigilia.
Preparación
En primer lugar, cogemos una fuente o bandeja de horno y la llenamos con agua bien caliente; no hace falta hervirla, con la del grifo bastará. Sumergimos las placas precocidas de pasta intentando que no se peguen demasiado (foto#2), y para cuando terminemos el resto de pasos de la receta, estarán listas para rellenar. También se puede hacer con placas normales, simplemente cociéndolas en abundante agua salada los minutos que indique el paquete.
Para el relleno de los canelones, ponemos en el fuego una sartén con un chorrito de aceite. Cortamos la cebolla muy menuda y la sofreímos hasta que quede un pelín dorada. Añadimos la salsa de tomate frito y dejamos que coja el sabor de la cebolla durante unos minutos. Agregamos el atún y mezclamos bien, y lo aderezamos con un poco de orégano (opcional).
Paralelamente, vamos a preparar la bechamel. Para ello, ponemos en el fuego un cazo, derretimos la mantequilla y vertemos una taza de harina. Con la ayuda de una cuchara vamos mezclándolo bien mientras se dora. Pasados dos minutos, vertemos medio litro de leche sobre lo anterior y removemos con una varilla, hasta que vaya espesando al gusto. Si veis que queda demasiado contundente, añadid un poquito más de leche. Por último un poco de sal, nuez moscada y pimienta negra, y estará lista la bechamel. Como comentaba Juanma en su receta de lasaña de Año Nuevo, podéis añadir un poco de queso rallado, yo lo he hecho en este caso y he elegido parmesano, uno de mis quesos favoritos.
Ya tenemos todo listo para rellenar la pasta. Secamos las placas una a una, de manera que queden sin una pizca de agua, y con ayuda de una cuchara o tenedor vamos rellenando los canelones (foto#6). Cogemos una fuente apta para horno y disponemos una fina capa de bechamel en el fondo. Luego uno a uno, vamos colocando los canelones encima hasta completarla. Vertemos el resto de bechamel por encima cubriendo muy bien la pasta y añadimos el queso rallado por encima.
Introducimos la fuente en el horno, previamente precalentado, y en 15 minutos a 220º aproximadamente, estarán listos para emplatar.
Resultado
Es un plato muy sencillo de hacer aunque parezca engorroso, y los canelones se pueden rellenar de lo que más rabia os dé: carne, pescado, verdura…¡cualquier cosa! Os animo a hacerlos en casa, porque aunque los congelados sean muy cómodos y no estén nada mal, como siempre decimos, casero sabe mejor. ¡Espero que os gusten!
Tiempo: Más de 30 minutos
Dificultad: 3/5
Digestión: 3/5
Precio: 2,5 € por persona