- Total: 50 min
- Comensales: 4
Hacía tiempo que no os traíamos una receta de pescado “camuflado”, de esas para colar un poco de proteína marina a los menos amantes de los frutos del mar, especialmente los niños.
Ingredientes
- Pescado blanco limpio sin piel ni espinas, 450 g (*)
- Gambas peladas, 150 g (*)
- Ajo, 1 diente
- Perejil, 5 o 6 ramitas
- Huevo, 1
- Harina de arroz o de trigo, 2 o 3 cucharadas
- Sal
- Pimienta molida
- Harina de trigo para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra para freír
- Cebollas, 2 medianas
- Ajo, 2 dientes
- Vino blanco, 120 ml
- Harina de trigo, 1 cucharada
- Caldo de pescado, 500 ml
- Gambas peladas, 250 g
- Aceite de freír las albóndigas, 3 cucharadas
- Nata líquida, 50 ml
- Para las albóndigas de pescado:
- Para la salsa de las albóndigas de pescado:
- (*) El pescado puede ser merluza, bacalao fresco, rape… Tanto el pescado como las gambas, si son congelados hay que descongelarlos completamente y escurrirlos y secarlos muy bien.
Un clásico que gusta a casi todos son estas albóndigas de pescado fáciles, porque eliminan una de las pegas principales que le pone mucha gente al pescado, las espinas. Y, a la hora de cocinar, no tienen más dificultad que las de carne, con la ventaja de que se cocinan aún más rápido.
Preparación de las Albóndigas de pescado fáciles paso a paso
Aunque se puede usar un caldo comprado, yo siempre aprovecho las espinas y las pieles del pescado para hacer un fumet rápido. En esta ocasión, lo primero que hice fue poner las raspas de la merluza y del bacalao en un cazo con unas ramitas de perejil, los tallos verdes de la cebolla, un trozo de zanahoria, 4 tomates cherry abiertos por la mitad -porque eran los que antes iban a ponerse pochos- y un par de dientes de ajo, cubrirlo todo de agua, echar unas bolas de pimienta negra, un poco de sal y una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Fuego alto hasta que hierva y luego al mínimo durante 15-20 minutos. Para cuando me hizo falta añadirlo a la salsa ya tenía listo un caldo de pescado riquísimo.
Empezamos troceando el pescado, que es algo que se puede hacer en una picadora y se acaba antes, pero yo prefiero hacerlo a cuchillo para asegurarme de que no se escapa ninguna espina. Lo mismo con los 150 g de gambas, que independientemente de con qué las troceemos hay que limpiarlas bien retirando el intestino.
En un bol mezclamos el pescado con las gambas picadas, salpimentamos, añadimos el ajo triturado, el huevo y el perejil picado. Mezclamos todo bien, añadimos la harina de arroz y mezclamos hasta tener una masa ligada con la que podamos hacer bolas que no se desmoronen. Hay que empezar con dos cucharadas soperas de harina, pero si el huevo es muy grande o el pescado no está muy bien escurrido puede hacer falta añadir un poco más, pero la añadiremos poco a poco para no pasarnos. Queremos croquetas de pescado, no de harina.
Hacemos bolas del tamaño que mejor nos parezca y las pasamos por harina de trigo.
Ponemos a calentar una sartén pequeña con aceite de oliva virgen extra en cantidad suficiente para freír nuestras albóndigas. A fuego alto (10/12) y las freiremos durante 1 minuto o menos, solo queremos que tomen un poco de color por fuera y se sellen, no que se cocinen. Cuando estén todas las reservamos.
Para hacer la salsa, picamos finamente las cebollas y los dos dientes de ajo y los ponemos a sofreír en 3 cucharadas del aceite de freír las albóndigas con una pizca de sal. Lo haremos a fuego medio (6/12) y removiendo de vez en cuando.
Cuando la cebolla esté dorada, añadimos la cucharada de harina y la cocinamos durante un minuto sin dejar de remover.
Añadimos el vino blanco y subimos el fuego al máximo (12/12) para que hierva y se evapore el alcohol. Con dos o tres minutos será suficiente.
Añadimos el caldo, esperamos a que hierva y lo dejamos reducir durante un par de minutos.
Añadimos la nata, mezclamos bien, incorporamos de nuevo las albóndigas, esperamos un minutos y bajamos el fuego (3/12).
Pasados 5 minutos añadimos el resto de las gambas peladas y sin el intestino. Dejamos cocinar durante 3 o 4 minutos más en función del tamaño de las gambas.
Resultado
Estas albóndigas de pescado fáciles tanto valen para un día de diario como para un día de fiesta. También pueden comerse frías o templadas, por lo que son una buena opción para llevar pescado en el túper -siempre y cuando podamos mantenerlo refrigerado hasta la hora de comer-.
Se pueden acompañar de pasta, arroz hervido, patatas… Yo en esta ocasión las he servido con un poco de cuscús, que es una guarnición rapidísima de hacer.
¿Os animáis con estas albóndigas de pescado fáciles?