Que no te tomen el pelo con el marisco de Navidad
Comprar marisco en Navidad es muy habitual, por ello te damos algunos trucos para que no te tomen el pelo con este producto
21 diciembre, 2016 19:35Noticias relacionadas
Uno de los productos estrella de las fechas en las que nos encontramos es, sin duda, el marisco. Gambas, cigalas, mejillones copan el protagonismo a la hora de los entrantes, y otras especies más grandes, como el centollo o el bogavante, se presentan muchas veces dentro de un plato principal. Así que las compras de marisco en Navidad se disparan y, con ellas, también su precio.
Por ello, hemos desistido en la tarea de intentar buscar marisco a buen precio durante la Navidad. Si quieres este producto deberás pagarlo, y si lo quieres de calidad y fresco, con más razón. No esperes encontrar marisco de calidad y fresco a precio de ganga, porque eso no existe y muchos menos, en Navidad.
El mejor marisco de España lo encontramos en Galicia, donde están expuestos a unas exigencias muy estrictas de calidad. De hecho, se configura como uno de los mejores del mundo, y tenemos la suerte de tenerlo bien a mano. Así que si quieres marisco de calidad, no dudes en comprarlo de origen gallego. Eso sí, debes saber que tendrás que pagar por él.
Sin embargo, ya que vas a gastarte cierto dinero en estos alimentos de mar, sí que podemos ofrecerte una serie de recomendaciones para que no te tomen en el pelo a la hora de comprar marisco en Navidad.
Trucos para comprar e identificar buen marisco en Navidad
El marisco fresco, siempre vivo
Si vas a comprar marisco, debes tener claro que si es fresco, debe estar vivo. Si a la hora de comprarlo no lo ves claro, no lo compres, porque pueden estar intentado venderte marisco de hace días como marisco fresco.
Para comprobar que está vivo, puedes usar estos trucos. Los mariscos de concha, como las almejas, las chirlas o los mejillones, si son frescos, tienen la concha cerrada o ligeramente abierta, y esta se cierra de inmediato con el contacto.
Hay pescaterías en las que tienen acuarios grandes donde se encuentran los bogavantes u otras especies. Verlos moverse en él, es el mejor signo y el más seguro de que estamos comprando marisco vivo y fresco.
En muchos sitios venden marisco ya cocido. En este caso, hay que tener cuidado, ya que hay comercios que aprovechan el marisco muerto que no pueden vender fresco para cocerlo y colocarlo a los clientes. Por ello, recomendamos siempre comprar el marisco fresco y vivo, y en caso de querer cocerlo, hacerlo tú mismo en casa.
Fíjate en el olor y la apariencia del marisco
Además de comprobar que el marisco que estamos comprando en Navidad está vivo, hay que fijarse en otros aspectos, como su apariencia y su olor.
En el caso de gambas y langostinos, debemos evitar comprar aquellos que presenten manchas oscuras, y la cabeza debe estar siempre limpia y ser casi transparente. En caso contrario, puede que esos productos no sean frescos o estén empezando a ponerse en mal estado.
El olor de cualquier tipo de marisco debe ser olor a mar.
La etiqueta de trazabilidad
Para evitar engaños, es importante que te fijes en la etiqueta de trazabilidad a la hora de comprar marisco en Navidad.
En ella puede obtener información tan valiosa como la procedencia del marisco, o si ha estado previamente congelado, por lo cual no estaríamos comprando marisco fresco.
Si vas a comprar marisco y lo ves muy barato, es posible que te estén vendiendo marisco de otros países. En España, teniendo Galicia como la cuna de este producto, es el mejor que podemos encontrar. El código para saber que el origen de lo que estamos comprando es gallego es FAO27 Subzona IX.
El marisco congelado
Uno de los trucos para ahorrar en las compras de comida navideña, especial a la hora de comprar marisco en Navidad, en adquirirlo con antelación y congelarlo tú mismo. Recomendamos esta opción por encima de los mariscos ya congelados en el supermercado, ya que consideramos que la calidad será superior.
Así que, aunque lo preferimos fresco, es cierto que comprarlo con antelación y congelarlo unas semanas hasta su consumo, puede hacernos ahorrar un pico y, además, la diferencia de sabor no es tan acusada.
No confundas unas especies con otras
A veces pueden intentar hacernos creer que estamos comprando un producto cuando en realidad nos están vendiendo otro de apariencia similar, pero de calidad inferior.
Zamburiñas y volandeiras
Las zamburiñas son un marisco con un sabor riquísimo, pero en ocasiones pueden confundirse con las volandeiras, un marisco mucho más barato y menos sabroso. No dejes que te la cuelen y fíjate bien en las características de una especie y otra.
Las zamburiñas -a la derecha de la imagen superior-, por su parte, tienen un color más oscuro e incluso violáceo, son más largas que anchas, tienen una valva cóncava y la otra prácticamente plana. Por su parte, las volandeiras -a la izquierda de la imagen-, son de un color más clarito, son más anchas que largas, tienen dos valvas cóncavas y tienen un rasgo muy característico, que es un coral de un color rojo muy identificativo.
Pero al ir a comprarlas, al estar la concha cerrada, no podremos fijarnos en su interior. Así que debemos mirar bien sus ‘orejas’, que son las protuberancias que encontramos junto a la ‘bisagra’ entre las valvas. Mientras en las volandeiras son prácticamente del mismo tamaño, en las zamburiñas se observa que una es muchísimo más grande que la otra.
Cómo distinguir los percebes gallegos de los de fuera
Los percebes son un tipo de marisco muy habitual de Galicia. Pero en estas fechas es posible que en algunos sitios estén intentando vender percebe de otros países, como percebe marroquí o canadiense, haciéndolos pasar por percebes gallegos. La verdad es que hay que mirarlos de cerca para diferenciarlos porque no es sencillo, pero cada uno tiene sus características particulares.
Los percebes gallegos son más oscuros, más gordos y de menor longitud, además están unidos en “piñas” en las que todavía quedan restos de rocas duras típicas de las costas gallegas a las que viven adheridos, por lo que cuesta separarlos.
En cambio, los percebes africanos son de color más claro, más largos y más finos, aunque también pueden estar unidos en “piñas”, estos se separan fácilmente ya que el sustrato rocoso en el que se asientan son principalmente areniscas que se deshacen con facilidad. Además, los percebes canadienses, pertenecen a una especie distinta y tienen más uñas que los gallegos.
Navaja y longueirón
Quizás muchos no hayáis oído hablar de ello, pero existen un par de especies, muy similares a las navajas, que se conocen como longueirón y longueirón vello. Es muy común no distinguirlas y lo más habitual es nombrar a navajas y longueirones directamente por el nombre de navajas, sin entrar a especificar si lo que se está vendiendo o consumiendo es una cosa u otra.
Si queremos diferenciar estos bivalvos, debemos fijarnos bien en su aspecto externo. Y es que las navajas, por un lado, tienen una concha más nacarada y brillante, ligeramente curvada y muy fina y frágil, que se rompe con facilidad. Sin embargo, la concha del longueirón es completamente recta, más resistente y se notan al tacto los surcos de crecimiento.
El longueirón vello es de color más claro, un poco más corto que los otros dos y completamente recto.
Si atendemos a su sabor, la navaja es más suave, fina y apreciada, mientras que el sabor de los longueirones es más fuerte e intenso. Los longueirones son mucho más abundantes que las navajas y también más baratos, por lo que si encuentras unas navajas baratas es más que probable que no lo sean y, si son caras, por si acaso fíjate bien en la curvatura de la concha para asegurarte de que no te toman el pelo.
Con todos estos consejos, seguro que conseguís comprar el mejor marisco y de una calidad elevada. Y es que una comida o cena navideña no es lo mismo sin algún tipo de marisco sobre la mesa.
Imágenes | Diferenciación y reconocimiento de especies pesqueras del mercado gallego