Es algo así como la versión rápida y para principiantes de nuestra tortilla de bacalao, perfecta para los que aún no se atreven a voltear tortillas. Para que os hagáis una idea rápida, el bacalao dorado no es más que un revuelto de patata, cebolla, huevos y bacalao en el que la mayor dificultad es la de picar una cebolla y que está para hacerle un monumento.

Ingredientes

  • Migas de bacalao desalado, 300 g
  • Patatas paja, 150 g
  • Cebolla, 1 grande
  • Ajo, 2 dientes
  • Huevos, 6
  • Perejil fresco picado, para el toque final

Paso 1

Picamos finamente los ajos y los ponemos a dorar en una sartén amplia a fuego muy bajo. Cuando el ajo comience a bailar y a desprender su fragancia, añadimos la cebolla picada también muy fina. Añadimos una pizca de sal y sofreímos a fuego medio vigilando de vez en cuando para que no se queme hasta que la cebolla esté tierna.  Mientras tanto, batimos los huevos en un cuenco y mezclamos con las patatas paja para que se vayan hidratando con el huevo.

Paso 2

Cuando la cebolla esté lista añadimos las migas de bacalao desalado y rehogamos durante tres o cuatro minutos.

Paso 3

Volcamos la mezcla de patata y huevos sobre la sartén con el bacalao, bajamos el fuego y vamos mezclando todo con suavidad y movimientos envolventes hasta que el huevo esté cuajado a nuestro gusto.

Paso 4

Probamos nuestro bacalao dorado y, si es necesario rectificamos de sal. Servimos en una fuente amplia o en platos individuales y espolvoreamos con un poco de perejil fresco picado.

Receta de bacalao dorado

Aunque venden migas y tapas de bacalao congeladas que están ya desaladas o al punto de sal y funcionan muy bien para este tipo de recetas, os recuerdo que si vais a usar bacalao salado tendréis que desalarlo al menos durante 36 horas en agua fría que se debe ir cambiando como mínimo cada 12 horas.

En cuanto a las patatas paja, se puede hacer trampa y se pueden usar patatas paja de bolsa, pero si usáis patatas caseras lo único que hay que hacer es pelar una patata de unos 150 g, cortarla en juliana fina bien con una mandolina o bien con un cuchillo muy afilado, ponerlas sobre un colador grande y enjuagarlas bien en agua fría para que pierdan el almidón. Después las secamos con un paño y las freímos en aceite abundante hasta que estén crujientes. Finalmente las pasamos de nuevo al colador seco para que escurran el aceite.

Paso 1

Picamos finamente los ajos y los ponemos a dorar en una sartén amplia a fuego muy bajo. Cuando el ajo comience a bailar y a desprender su fragancia, añadimos la cebolla picada también muy fina. Añadimos una pizca de sal y sofreímos a fuego medio vigilando de vez en cuando para que no se queme hasta que la cebolla esté tierna. 

Mientras tanto, batimos los huevos en un cuenco y mezclamos con las patatas paja para que se vayan hidratando con el huevo.

Paso 2

Cuando la cebolla esté lista añadimos las migas de bacalao desalado y rehogamos durante tres o cuatro minutos. 

Paso 3

Volcamos la mezcla de patata y huevos sobre la sartén con el bacalao, bajamos el fuego y vamos mezclando todo con suavidad y movimientos envolventes hasta que el huevo esté cuajado a nuestro gusto.

Paso 4

Probamos nuestro bacalao dorado y, si es necesario rectificamos de sal. Servimos en una fuente amplia o en platos individuales y espolvoreamos con un poco de perejil fresco picado.

Notas

Aparte de ser una receta muy sencilla, es también una receta que vale para todos los de casa, incluso los más pequeños que son más propensos a hacerle ascos al pescado, pues no hay que estar retirando espinas y la combinación patata-cebolla-huevo que lo acompaña es siempre un acierto al que muy pocos pueden resistirse.