Un ingrediente apreciado en España de norte a sur y una receta de casi montaje puro y duro, y más si contamos con unas buenas patas de pulpo previamente cocidas, listas únicamente para ser salteadas en el último momento. El pulpo al wok toma unas notas características a esa sartén honda que se cocina a fuego muy fuerte, podría resultar algo metálico incluso, y gracias a la reacción de Maillard se queda en su exterior una capa crujiente y deliciosa ideal para ser acompañado con unas verduritas salteadas únicamente también a fuego muy fuerte para que queden crocantes y al dente acogiendo por último el toque final del almogrote, esa pasta de queso canaria que le da un sabor fantásticamente característico a las islas.
Para los que no sepáis qué es el almogrote, hablo de una crema de queso casi con textura de paté muy típica en las islas Canarias aunque originario de La Gomera cuyo secreto está en mezclar el mojo canario con los restos de queso duro que haya por la nevera; en realidad con queso curado de cabra ya un poco viejo. El almogrote efectivamente puede ser rojo - como el que usamos aquí - pero también verde que es el que se haría a partir de mojo verde de cilantro.