Hay recetas que, por muy fáciles que sean, los resultados son totalmente sorprendentes y, además, nos acercan a productos que normalmente no integramos en nuestra dieta. Las algas normalmente las relegamos a esas ensaladas de wakame que nos sirven en algunos restaurantes asiáticos (y que ahora podemos comprar congeladas también en supermercados chinos o incluso en Mercadona) o también al sushi cuando demandamos hosomakis o temakis, el alga nori que recubre esos rollos o conos.

Pero son bastante desconocidas a la hora de cocinar y consumir en casa y, la verdad, es que son muy nutritivas, están llenas de vitaminas y minerales y aportan sabores yodados tremendamente interesantes. Hacer ensaladas de algas es siempre un acierto y nuestro éxito irá estrechamente ligado al aliño que preparemos. 

En esta ocasión nos hemos quedado en tintes asiáticos con ingredientes como el mirin, la salsa de ostras, la salsa de pescado tailandesa o la sweet chili, pero en realidad podríais inventaros cualquier tipo de aliño o, incluso, incorporar algunas algas a vuestros guisos más tradicionales de pescado o a vuestras ensaladas del día a día. Ejemplo de ello es el tofu marinero envuelto en alga nori, los makis veganos o la ensalada de garbanzos, zanahoria y algas

La elección de un pescado graso como el salmón es acertada para combinar con la potencia de las algas, pero también se podría optar por una caballa o un pez limón, por ejemplo. ¡O incluso unas sardinas!

El salmón, muy sabroso y con esa textura tan particular, nos da una versatilidad increíble y nos permite realizar muchas recetas así que también podría aparecer en un tartar si no queremos incurrir en alguno de los típicos errores al cocinar salmón en casa. Incluso podríamos poner nuestra ensalada de algas con salmón ahumado casero que tengamos preparado en la nevera con antelación, que también podemos condimentar al gusto.

Cómo hacer salmón teriyaki con ensalada de algas

Salmón teriyaki

Ingredientes

  • Lomo de salmón, 180 g x 2
  • Salsa Mirin (o vino blanco), 1 cucharada
  • Salsa de ostras, 1 cucharada
  • Salsa de pescado, 1 cucharada
  • Sal, 1 cucharadita
  • Azúcar, 1 cucharadita

Para la ensalada de algas

  • Alga wakame seca, 20 g
  • Alga dulse seca, 20 g
  • Mix de algas secas, 20 g
  • Sésamo, 2 cucharadas
  • Aceite de sésamo, 1/2 cucharadita
  • Salsa sweet chili, 1 cucharada
  • Zumo de lima, 1/2 ud
  • Salsa de soja (opcional), 1 cucharadita

Paso 1

Marinar el salmón

Paso 2

Hidratar las algas

Paso 3

Preparar el aliño de las algas y hacer la ensalada

Paso 4

Marcar el salmón a la plancha vuelta y vuelta

Paso 1

El salmón lo podremos marinar el tiempo que consideremos, lo ideal es entre treinta minutos y una hora, aunque podríamos dejarlo más tiempo sabiendo que cogería una textura más firme y perdería más sabor a salmón. Lo que haremos será poner el salmón, sin piel ni espinas, en un recipiente y en él incorporaremos el mirin, la salsa de ostras, la salsa de pescado, el azúcar y la sal y lo mezclaremos todo bien untándolo con las manos. Habrá que tapar y guardar en la nevera. 

Paso 2

Hidratar las algas secas en abundante agua, durante 15-30 minutos o hasta que veamos que hayan cogido una textura sedosa y agradable. Después colar muy, muy bien, sobre un colador y apretando bien para que queden lo menos acuosas posible. 

Paso 3

Mezclar el sésamo con el resto de los ingredientes del aliño, a mí me gusta en ocasiones aplastar un poco el sésamo con el mortero, para que suelte más sabor y textura. Aliñar las algas con la mezcla, dándole el punto de picante que a cada uno nos guste. 

Paso 4

Sacar el salmón de la marinada, no hace falta escurrirlo, para asarlo en una sartén a fuego fuerte para que se dore rápido por las dos caras. Cuidado porque al llevar la marinada los azúcares hacen su labor y se quema mucho más rápido que normalmente. A mí me gusta poco hecho, vuelta y vuelta prácticamente, pero si os gusta más hecho sólo tendréis que bajar el fuego un poco y dejarlo un rato más. 

Paso 5

Servir el salmón encima de la ensalada de algas, o al lado de la misma, para ir comiendo un poco de cada cosa. O trocear el salmón y mezclarlo todo, resulta una ensalada templada de algas y salmón deliciosa.