Los langostinos, crustáceos marinos apreciados en todo el mundo por su sabor y su versatilidad culinaria, no solo ofrecen una experiencia gastronómica excepcional, sino que también presentan unos interesantes valores nutricionales.
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Los langostinos salvajes se pueden encontrar en diversas zonas geográficas, desde aguas frías hasta cálidas, y sus principales áreas de captura varían según las especies. Algunas de las zonas más destacadas incluyen el Golfo de México, el Mar de Arabia, el Mar del Norte, el Pacífico occidental y el Atlántico suroeste, quién no ha oído hablar de los magníficos langostinos de Sanlúcar. En estas regiones, los langostinos crecen en hábitats que van desde aguas poco profundas hasta profundidades considerables, adaptándose a diversas condiciones marinas.
Producción de langostinos mediante técnicas de acuicultura
Dada la creciente demanda de langostinos y la preocupación por la sobreexplotación de las poblaciones salvajes, la acuicultura se ha convertido en un método crucial para abastecer el mercado. La cría de langostinos en entornos controlados ofrece ventajas tanto ambientales como económicas. Los langostinos de acuicultura se cultivan en estanques o sistemas cerrados, donde se controlan las condiciones del agua y se evita el uso de productos químicos dañinos. Esta práctica también puede ayudar a conservar los ecosistemas marinos al reducir la presión sobre las poblaciones de langostino salvaje.
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En España tenemos una importante granja de langostinos en plena meseta castellana, en la localidad vallisoletana de Medina del Campo se encuentra Noray, un criadero de cuyas piscinas salen cada año 50 toneladas de langostinos. Esta empresa de acuicultura ha sido la primera en el mundo que ha conseguido reproducir langostinos en agua salada no procedente del mar garantizando un entorno estable y controlado en todas las fases del ciclo vital de este marisco.
Propiedades nutricionales de los langostinos
Los langostinos no solo son sabrosos, sino que también son una fuente valiosa de nutrientes esenciales para la salud humana. Son una excelente fuente de proteínas magras de alta calidad, lo que los convierte en una opción nutricionalmente rica para aquellos que buscan una dieta equilibrada.
Además, son bajos en grasas saturadas y contienen ácidos grasos omega-3, conocidos por sus beneficios cardiovasculares. Los langostinos, como apunta la Fundación Española de la Nutrición, también son ricos en minerales como el fósforo, el selenio, el calcio, el magnesio y el cinc, que desempeñan roles importantes en diversas funciones biológicas. Por otro lado, en personas con necesidades dietéticas especiales debe ser tenido en cuenta que su contenido de colesterol es elevado.
Usos gastronómicos
La versatilidad culinaria de los langostinos es notable. Se pueden preparar de múltiples formas, desde cocidos y servidos con alguna salsa tipo rosa, cocktail o Mil islas, hasta salteados con especias aromáticas.
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Los langostinos son un ingrediente fundamental en platos icónicos de diferentes culturas, como el camarón a la parrilla de la cocina estadounidense, los langostinos al ajillo de la española, el pad thai tailandés y los langostinos en tempura de la japonesa. Su textura tierna y su sabor dulce los hacen aptos para la parrilla, la sartén, el horno e incluso la barbacoa.
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A continuación, os dejamos tres recetas creadas para Noray por uno de sus embajadores, el famosísimo chef David de Jorge -más conocido como Robin Food-.
Cóctel de langostinos
Para la salsa:
- Mayonesa, 8 cucharadas
- Yogur griego sin azúcar, 1 ud
- Perejil picado, 1 cucharada sopera
- Salsa de tomate, 1 cucharada sopera
- Zumo de naranja, mandarina o pomelo, 1 cucharada
- Zumo de limón, 1 cucharada
Para la preparación y el emplatado (2 personas):
- Langostinos cocidos, 1 kg
- Manzana verde pelada y cortada en dados, 1 ud
- Aguacate maduro pelado y cortado en dados, 1 ud
- Cogollos de lechuga cortados en tiras finas, 2 ud
- Endivia fresca cortada en tiras finas, 1 ud
- Salsa de soja, 1 pizca
- Sal
- Pimienta
- Tostas o volovanes
Paso 1
Pelamos los langostinos cocidos y reservamos las cabezas. Retiramos el intestino y picamos las colas en trozos menudos.
Paso 2
Aplastamos con los dedos las cabezas cocidas y extraemos el jugo que sueltan.
Paso 3
Ponemos la mayonesa en un bol y añadimos el jugo que hemos sacado de las cabezas, el yogur, el perejil, la salsa de tomate, el zumo, la sal y la pimienta y removemos.
Paso 4
A continuación, incorporamos la manzana, el aguacate en dados, los cogollos, la endivia, los langostinos picados y la salsa de soja. Después removemos y rectificamos el punto de sazón.
Paso 5
Seguidamente, refrescamos en la nevera y lo servimos en copas de cóctel de marisco. Otra alternativa es usar el cóctel como relleno de volovanes o tomates o para servir sobre tostas de pincho, etc.
Tartar de langostinos
Para la preparación y el emplatado (2 personas):
- Langostinos cocidos, 1 kg
- Cebolleta pequeña picada muy fina, 1 ud
- Perejil picado
- Cebollino picado
- Mostaza, 1 cucharadita
- Salsa de soja, 1 cucharada
- Salsa Worcestershire, 1 cucharadita
- Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
- Mayonesa, 1 cucharadita
- Aguacates maduros, 2 ud
- Sal
- Pimienta
Paso 1
Pelamos y picamos los langostinos en trozos menudos, los salpimentamos y los echamos en un bol.
Paso 2
Ponemos la cebolleta picada en un colador y la lavamos con agua, dándole vueltas con la mano. Apretamos bien, dejando escapar el exceso de agua y lo echamos sobre un trapo limpio, apretando para secarla concienzudamente. Seguidamente, la añadimos sobre los langostinos.
Paso 3
Añadimos el perejil, el cebollino picado, la mostaza, la soja, el Worcestershire, los aceites, el zumo, la mayonesa y lo salpimentamos. Damos unas vueltas y rectificamos la sazón.
Paso 4
Por último, pelamos los aguacates y los cortamos del mismo tamaño que los langostinos y los añadimos a la preparación.
Paso 5
Refrescamos unos minutos y listo. Aconsejamos añadir al final un par de yemas de huevo, dando unas vueltas. Podemos hacer la misma receta con langostinos cocidos picados.
Langostinos bravos
Para la preparación y el emplatado (2 personas):
- Langostinos crudos, 24 ud
- Cebolleta fresca picada, 1 ud
- Dientes de ajo picados, 4 ud
- Jengibre fresco picado, 1 pizca
- Mantequilla de cacahuete, 1 pizca
- Guindilla fresca, 1 pizca
- Zumo de 1 limón
- Salsa de tomate, 400 ml
- Sal
- Pimienta
Paso 1
Pelamos los langostinos y congelamos las cabezas y las cáscaras para otras recetas.
Paso 2
En un puchero ancho y bajo, sofreímos con una pizca de aceite de oliva la cebolleta, el ajo y la sal hasta que se doren ligeramente.
Paso 3
Añadimos el jengibre y removemos. Después incorporamos la mantequilla de cacahuete, la guindilla, el zumo de limón y salpimentamos.
Paso 4
Después damos unas vueltas para que se sofría bien y añadimos la salsa de tomate.
Paso 5
Hervimos despacio unos minutos y vamos probando el punto de sazón y rectificando la intensidad del picante. Si nos apetece más potente, añadimos más guindilla o unas gotas de tabasco.
Paso 6
La salsa de tomate, tras unos 15 minutos de hervor pausado, adquirirá una tonalidad oscura muy sugerente. Entonces, añadimos los langostinos y removemos, apagando el fuego rápidamente para que no se sequen. Tienen que hacerse, pero han de quedar jugosos en el interior. Lo mejor es tener la salsa brava hecha y añadir los langostinos en el último minuto, cuando los comensales esperan en la mesa.
En el momento de servir, se pueden espolvorear con cilantro fresco y acompañar de arroz blanco recién hervido. Podemos sustituir la mitad del volumen de salsa de tomate por leche de coco sin azucarar, el resultado es también extraordinario.