Aunque parezca increíble, el verano y el picante son buenos aliados, porque éste ayuda a combatir el calor. La capsaicina responsable del picor activa las terminaciones nerviosas del calor en la boca, enviando señales falsas al cerebro de un aumento de temperatura y éste responde haciéndonos sudar. El sudor, para evaporarse, absorbe calor de nuestra piel, refrescándola, así que, la temporada estival es perfecta para recrear en nuestra cocinas uno de los platos más icónicos de la gastronomía mexicana: el aguachile, un plato que mezcla sabores ácidos y picantes en una combinación explosiva que resulta adictiva.
El aguachile es un plato típico de la costa oeste mexicana que se consume, sobre todo, en los estados situados en el norte, como Sinaloa, Sonora, Baja California, Jalisco o Nayarit.
Se trata de un plato fresco y veraniego que es un festín para los sentidos, donde los langostinos, protagonistas indiscutibles, se bañan en una explosión de sabores: limón, cilantro, cebolla y el toque picante del chile. Un baile gastronómico vibrante que nos transporta directamente a las costas del Pacífico mexicano.
Hoy en Cocinillas te proponemos una receta de Maíz Maya para hacer aguachile en casa o donde tú quieras. Maíz Maya es el proyecto más ambicioso de Edgar Reyes, un mexicano afincado en Madrid que no lograba encontrar tortillas de maíz de calidad cuando llegó a España. De esta manera, y gracias a su formación en Empresariales, decidió emprender creando en 2016 la fábrica Maíz Maya desde cero para ofrecer auténticas tortillas de maíz mexicanas producidas en su totalidad en España: desde la siembra hasta el producto final ya empaquetado en diferentes formatos.
Lo mejor de esta receta es su versatilidad. Se puede ajustar el nivel de picante a cada gusto, añadir otros ingredientes para crear versiones propias y únicas o incluso disfrutar de los langostinos solos, dejando que su sabor natural nos cautive.
Ingredientes para preparar aguachile
- Langostinos pelados (limpios y abiertos tipo mariposa), 500 g
- Cebolla mediana morada, 1 ud
- Chile jalapeño (más suave) o habanero (más picante), ½ ud
- Pepino, 1 ud
- Zumo de limón, 1 taza
- Cilantro finamente picado, 1 manojo
- Pimienta, al gusto
- Sal, al gusto
- Aguacate (opcional)
- Totopos o tostadas (tortillas de maíz fritas)
Paso 1
Pelamos los langostinos, les retiramos el intestino y los abrimos a lo largo, pero sin llegar a separar las dos mitades y los abrimos como si fuesen una mariposa. Reservamos.
Paso 2
En un vaso de batidora ponemos el zumo de limón, el cilantro picado y la mitad del chile. Trituramos todo junto hasta que quede una mezcla homogénea de consistencia líquida.
Paso 3
Salpimentamos la mezcla al gusto.
Paso 4
Lavamos los pepinos, retiramos las puntas, los abrimos por la mitad y retiramos las semillas.
Paso 5
Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana.
Paso 6
Colocamos los langostinos en un bol junto con la cebolla y el pepino y cubrimos con la mezcla de zumo de limón y se dejan enfriar en la nevera.
Paso 7
Cuando estén bien fríos ya están listos para comer.
Paso 8
Para servir, se emplatan los langostinos con unas rodajas de chile por encima y unas láminas de aguacate. Se puede servir solo o acompañado de totopos o tostadas.
Y, para acompañar, este plato tan de verano, nada mejor que unas aguas frescas mexicanas o unas deliciosas micheladas.