Si te da pereza hacer la cena, no estás solo. Después de un día de trabajo con la cabeza en otras cosas, al llegar a casa hay más ganas de desconectar que de ponerse a pensar en el menú de la cena. Cuando me piden recetas, la mayor parte de las veces son ideas para hacer una cena rápida, que guste a todos en casa, que no ensucie mucho y que no requiera ingredientes muy raros.

Esa es la idea de esta receta que os compartimos hoy, algo sencillo, con ingredientes que puede que se nos estén estropeando en casa, sin demasiada manipulación, fácil de comer y riquísima.

La base de esta sencilla son tres ingredientes muy nutritivos que gustan a casi todo el mundo.

El aguacate, un tesoro verde

No es casualidad que, en los últimos tiempos, el aguacate se haya puesto de moda. Este vegetal que, contrariamente a lo que muchos piensan, no es una verdura, sino una fruta, posee unos nutrientes excepcionales se ha convertido en un imprescindible en la dieta de los que optan por vivir de forma saludable.

  • Fuente de grasas saludables como ácidos grasos monoinsaturados.
  • Rico en fibra dietética, beneficiando la digestión.
  • Contiene vitaminas y antioxidantes como la vitamina E y C.
  • Ayuda a reducir el colesterol LDL (colesterol malo).
  • Promueve la salud ocular gracias a los carotenoides luteína y zeaxantina.

El tomate, antioxidante vitaminado

Su color rojo se debe al licopeno, un pigmento carotenoide que también está presente en las sandías y en los pomelos rosas.

  • Rico en licopeno, un antioxidante que puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y a mejorar los niveles de colesterol. Es más eficaz cuando se cocina el tomate, pues el calor aumenta su biodisponibilidad.
  • Fuente de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico.
  • Contiene vitamina K, importante para la coagulación de la sangre y la salud ósea.
  • Aporta potasio, esencial para la función cardíaca y la regulación de la presión arterial.
  • Bajo en calorías y con una gran cantidad de agua, lo que contribuye a la hidratación y al control del peso.

Gambas, delicia proteica

Unas gambas peladas en el congelador, aunque no sean comparables a unas gambas frescas del Mediterráneo, te salvan la cena más de una vez. Se descongelan enseguida y alegran muchos platos como este.

  • Ricas en proteínas magras, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos.
  • Bajas en calorías y grasas, ideales para una dieta equilibrada.
  • Fuente de ácidos grasos omega-3, que cuidan de la salud cardiovascular.
  • Contienen antioxidantes como el selenio, que ayuda a proteger las células del daño oxidativo.
  • Aportan vitaminas y minerales como la vitamina B12, hierro y zinc, importantes para diversas funciones de nuestro organismo.

Ingredientes

  • Aguacates, 2 ud
  • Tomates cherry, 400 g
  • Gambas peladas descongeladas y escurridas, 200 g
  • Queso rallado, 60 g
  • Nata para cocinar espesa, 120 ml
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
  • Sal, al gusto
  • Pimienta molida, al gusto
  • Cebollino fresco o la parte verde de una cebolleta china

Paso 1

Cortamos los tomates cherry en mitades y los ponemos cubriendo el fondo de una fuente apta para horno. Si vamos a utilizar la freidora de aire, elegiremos una que podamos meter en ésta dejando espacio para que circule el aire.

Paso 2

Cortamos los aguacates en mitades, retiramos el hueso, sacamos la pulpa ayudándonos de una cuchara y cortamos cada mitad en 4 gajos.

Paso 3

Disponemos los gajos de aguacate sobre los tomates.

Paso 4

Rociamos los tomates y los aguacates troceados con el aceite de oliva y sal al gusto.

Paso 5

En un bol, ponemos las gambas, las mezclamos con la nata para cocinar y salpimentamos al gusto.

Paso 6

Repartimos la nata con las gambas sobre los tomates y, por encima, repartimos el queso rallado.

Paso 7

Horneamos en el horno precalentado a 200 ºC o en la freidora de aire hasta que el queso esté dorado. Serán necesarios de 12 a 15 minutos.

Paso 8

Para rematar el plato, espolvoreamos con cebollino fresco picado.