Los calamares en su tinta acompañados de arroz blanco son uno de esos platos clásicos que nos siguen encantando. A pesar de que muchas veces se siga sirviendo con emplatados un poco demodé y de que su aspecto no sea el más apetitoso, su delicioso sabor a marisco hace que siempre sea un éxito.

La preparación es sencilla, un guiso de calamares que tiene como base un sofrito de cebolla, pimiento verde y tomate saborizado con la tinta de los propios calamares o, en su defecto, con la tinta de sepia que se puede comprar en supermercados. Un plato tradicional de pescadores con una salsa negra espesa y muy sabrosa en la que es imposible resistirse a mojar pan y que combina extraordinariamente con una guarnición de arroz blanco, que se mezcla con la salsa y resulta delicioso.

Los calamares en su tinta son una de las especialidades más representativas de la cocina vasca y existen varios trucos que los cocineros vascos aplican a la hora de cocinarlos para conseguir un sabor increíble.

Así hacen los vascos los mejores chipirones en su tinta

Lo primero, como siempre, es elegir bien la materia prima. Los cocineros vascos, para este plato, prefieren los chipirones frescos de pequeño tamaño. El chef Martín Berasategui los llama en alguno de sus libros "chipirones dedal", apelativo que nos puede servir para hacernos una idea de cuáles son los mejores para cocinar en su tinta.

Los chipirones frescos, que son los calamares más pequeños y jóvenes, son más tiernos y tienen un sabor más intenso, lo que mejora considerablemente el resultado final. Los chipirones pequeños, al ser más tiernos, se cocinan de manera más uniforme.

Deben limpiarse con delicadeza, retirando las tripas con cuidado para no romper la "vaina" e intentar conservar la tinta. Una vez retiradas las tripas, deben enjuagarse para retirar cualquier resto que haya quedado en su interior.

La clave de la salsa de tinta, que tantos admiradores tiene, está en sofrito de cebolleta, pimiento verde y tomate, que se cocina a fuego lento. El truco, una vez más, es la paciencia y los vascos no tienen prisa llegados a este paso de la receta. Luego, se añade la tinta de calamar, preferiblemente fresca, que dará ese sabor profundo y salado a la salsa. También suelen añadir una copa de vino blanco o brandi para darle un toque extra de sabor.

Como sucede con todos los guisos, a los chipirones en su tinta el reposo les sienta fenomenal, por eso, muchos cocineros los preparan el día anterior a consumirlos para que reposen durante toda la noche en la nevera. Esto permite que los sabores se integren mejor y se intensifiquen, haciendo que el plato esté aún más rico.

Ingredientes

  • 32 chipirones tirando a pequeños
  • 2 cebollas
  • 1 pimiento verde
  • 2 dientes de ajo
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 150 ml de vino blanco
  • 200 ml de salsa de tomate
  • 1 litro de fumet de pescado
  • Las tintas de los calamares o 2 bolsas de tinta de sepia congelada
  • Sal, al gusto

Paso 1

Lo primero que hay que hacer es limpiar los chipirones retirando los interiores con cuidado de no romper las bolsas de tinta. Las pequeñas bolsas de tinta las iremos dejando en un vaso con una o dos cucharadas de agua. Si no hemos sido capaces de rescatar las bolsas de tinta o nos hemos traído los calamares ya limpios de la pescadería, recurriremos a la tinta de sepia congelada.

Paso 2

Separamos las aletas y los tentáculos y los picamos muy finamente.

Paso 3

Picamos finamente una de las cebollas y la sofreímos en una cucharada de aceite junto con el picadillo de aletas y tentáculos. Cocinamos todo durante unos 10 - 15 minutos hasta que la cebolla esté tierna. Salamos este sofrito al gusto y lo dejamos enfriar.

Paso 4

Con ayuda de una cucharilla, rellenamos los chipirones con el sofrito anterior y los cerramos con un palillo.

Paso 5

Salamos los chipirones, los marcamos en una sartén con una gota de aceite y los reservamos en una fuente.

Paso 6

Mientras se enfría el sofrito del relleno, picamos la otra cebolla, el pimiento y los dientes de ajo y los sofreímos con una pizca de sal y el aceite restante en una cazuela que sea lo suficientemente grande.

Paso 7

Cocinamos las hortalizas durante una media hora hasta que estén bien pochadas.

Paso 8

Cuando estén tiernas, subimos el fuego, añadimos el vino blanco y lo dejamos reducir.

Paso 9

Añadimos la salsa de tomate, mezclamos bien y cocinamos un par de minutos.

Paso 10

Añadimos el fumet de pescado caliente junto con las bolsas de tinta y, si es necesario, rectificamos de sal.

Paso 11

Cocinamos la salsa durante otros 30 minutos y la trituramos hasta que tenga una textura lisa. Si la batidora que usamos no es muy potente, podemos pasarla por un colador, para que la textura quede suave y homogénea.

Paso 12

Ponemos la salsa de nuevo en la cazuela, retiramos los palillos de los chipirones y los incorporamos a la salsa junto con los jugos que puedan haber soltado.

Paso 13

Cocinamos el conjunto otros 30 minutos hasta que los chipirones estén tiernos.

Paso 14

Probamos y, si es necesario, rectificamos de sal. Si es posible, dejamos reposar unas horas antes de servir o de un día para otro.