Muchos sándwiches, hamburguesas y bocadillos serían mucho más saludables, o al menos mucho menos calóricos, si lo que les da sabor no estuviese rodeado de dos enormes trozos de pan, que en muchas ocasiones está hecho con harinas refinadas de esas que la OMS no se cansa de decirnos que es mejor no abusar de ellas.
Aunque lo de 'bocadillos sin pan' pueda sonar un poco a chiste, a continuación, os vamos a dejar 3 ideas, porque son recetas altamente personalizables en las que el relleno se puede cambiar a voluntad, para preparar falsos bocadillos que quedan muy sabrosos.
Hamburguesa sin pan
La gracia de comerse una hamburguesa es comérsela con las manos y a mordiscos, eso es así. Si a la hamburguesa le quitamos los panes y la ponemos en un plato con el tomate y la lechuga al lado se convierte en un filete.
A no ser que cambiemos el pan por otro ingrediente que de forma natural tiene forma de panecillo de hamburguesa, su sabor combina genial con cualquier carne y tiene suficiente consistencia como para soportar el relleno sin deshacerse.
Wrap de jamón y huevo
¿Ensalada? ¿Burrito? ¿Bocadillo? Es difícil ponerle un nombre a este tentempié ligero y barato que te lo puedes llevar para comer en cualquier parte.
Incluso si no te entusiasma demasiado la lechuga, puedes hacerlo con alguna variedad de sabor más suave como la lechuga iceberg o unos corazones de cogollos que no estén muy verdes (en general, la lechuga, cuanto más intenso sea el color verde, más sabor a lechuga).
Sándwich de queso sin pan
¿Quién puede resistirse a un sándwich tostado y calentito relleno de un cremoso queso fundido? ¿Y si además resulta que el pan no es pan de verdad y está hecho con un ingrediente que, cuando lo pruebes así, se va a convertir en uno de tus favoritos?