Nadie pone en duda que la pizza italiana bien hecha es difícil de superar. Incluso las versiones con masas para cocineros poco experimentados o con poco tiempo para cocinar, como la pizza con masa sin amasar, son maravillosas.

La receta de hoy no pretende ser una pizza italiana, aunque por su aspecto y sus ingredientes puede recordarla, por eso me permito bautizarla como "pizza" entre comillas. Es más bien un truco para preparar un bocado rápido, sin apenas ensuciar la cocina. Algo rico para comer con las manos y sin complicarse la existencia.

También como receta de aprovechamiento, para aprovechar esa salsa de tomate abierta que lleva unos días en la nevera o esas lonchas de fiambre que se han quedado solas en el paquete.

Y también es mucho más ligera que una pizza convencional, pues contiene una menor cantidad de carbohidratos al haber reducido la masa a la mínima expresión para convertirla en un mero soporte del resto de los ingredientes.

Si, además, para esta pizza rápida en sartén elegimos ingredientes ricos, pero no excesivamente grasientos, tendremos una cena deliciosa que no nos causará una digestión pesada. Para ello, basta con evitar ingredientes como el beicon o el chorizo o quesos muy grasos como el queso azul y sustituirlos por quesos con menos grasas como la mozzarella, verduras asadas y proteínas como el atún al natural o restos de pollo asado.

Cenar pizza con menos de 250 calorías

Con los ingredientes que os propongo a continuación vamos a tener una "pizza" de dos raciones (o una si tienes muchísima hambre) que, haciendo el cálculo de nutrientes, aporta solo 245 kcal y una distribución muy equilibrada de macronutrientes: 23.5 g de proteínas que son aportadas por el queso y el atún, 21.5 g de carbohidratos, procedentes de la base de la "pizza" y de las hortalizas.

En el apartado de micronutrientes, esta sencilla receta tampoco sale mal parada, pues la harina integral aporta fibra, que es importante para la salud del aparato digestivo y para controlar la glucosa en sangre. La salsa de tomate es rica en licopeno, un potente antioxidante que se relaciona con la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Tanto el tomate como el pimiento rojo aportan vitaminas A y C, que son beneficiosas para distintas funciones del organismo. Finalmente, el atún al natural, es fuente de ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para prevenir la inflamación, y de vitamina D, fundamental para la absorción del calcio y la salud ósea.

Ingredientes para hacer una pizza baja en carbohidratos

  • 1 tortilla de trigo integral grande (de unos 50 g)
  • 4 cucharadas de salsa de tomate casera
  • 100 g de queso mozzarella
  • 100 g de pimiento rojo asado cortado en tiras
  • 50 g de cebolla cortada en aros finos
  • 80 g de atún al natural escurrido

Paso 1

Calentamos la salsa de tomate en el microondas durante 30 segundos.

Paso 2

Ponemos la tortilla de trigo integral en una sartén grande a fuego medio-bajo.

Paso 3

Pasados 30 segundos, damos la vuelta a nuestra tortilla de trigo integral, extendemos el tomate sobre ella y repartimos la mozzarella sobre la salsa de tomate.

Paso 4

Colocamos las tiras de pimiento rojo asado y los aros de cebolla repartiéndolos por toda la superficie.

Paso 5

Finalmente, esparcimos el atún desmigado y tapamos la sartén. Si no tenemos una tapa, podemos poner un trozo de papel de aluminio, pero lo de tapar la sartén es clave para que se concentre el calor y se funda bien el queso.

Paso 6

Cocinamos a fuego medio-bajo durante unos minutos hasta que el queso se derrita y la tortilla de trigo que hemos usado como base de nuestra pizza esté crujiente.