Como todos vosotros, llevo unos días que con tanta reunión navideña no he dejado de comer, pero este año me está pasando una cosa nueva. Desde siempre, me he declarado una persona No Golosa. Nunca me ha llamado demasiado la atención el dulce, salvo uno en particular… el chocolate. Pues bien, este año me he lanzado y he probado de todo: pasteles, tartas, helados… me he puesto hasta arriba y lo peor es que me están gustando, y mucho!! 🙂

Hoy es 5 de enero, noche de Reyes y el tradicional Roscón, pero con el trabajo y la cabalgata, no voy a tener tiempo de comprarlo para dejarle algo de comer a los magos…Al parecer les gusta el dulce, y el turrón que quedaba en casa lo he utilizado para el pudding de Jijona que nos recomendó Marta… ¿Qué puedo hacer? Pensemos en un postre que sea rápido (necesito envolver algún regalo aún) y que guste a todo el mundo, que no exija frío para cuajar, que no haya que esperar a que pierda temperatura para comerlo…ya lo tengo, ¡Brownie de chocolate!

Preparación

Antes de nada, precalentad el horno a 180º.

Batid en un bol grande los 4 huevos y añadid el azúcar. Removedlo enérgicamente hasta conseguir una pasta homogénea. Después, haced lo mismo con la harina. Reservar.

Por otro lado, debemos derretir el chocolate. Para ello hay dos métodos, en el microondas o en el fuego. Yo he optado por el segundo dado a una mala experiencia de cuando era pequeña y traté de hacerme un chocolate caliente… la taza acabó en la basura, con eso os digo todo  😉

Derretid un poco la mantequilla a fuego lento en un cazo e id añadiendo poco a poco el chocolate a la vez que lo removeis hasta que quede completamente derretido.

Una vez hayais terminado, verted el resultado en el bol junto al resto de ingredientes y mezcladlo muy bien. Podéis añadir nueces (lo más típico), almendras, pistachos…lo que queráis, pero no más de 100 gr, porque perdería protagonismo nuestro amigo el chocolate. Como os decía antes, no he tenido tiempo de ir a comprar y no tengo ningún fruto seco en casa, por lo que, en mi caso, el helado de Vainilla&Cookies que tenía en el congelador será el único ingrediente que completará el postre junto con el sirope.

Untad el molde con mantequilla para evitar que se pegue la masa y poder sacar bien el brownie más tarde. A continuación,verted la mezcla y horneadla unos 25-30 minutos (dependiendo del horno). El truco de este dulce es que no se cocine en exceso, a partir del tiempo indicado deberéis vigilarlo. Por fuera debe tener aspecto de hecho, un poco crujiente, pero la clave está en que por dentro no esté cocido del todo. Meted un cuchillo o un palito como he hecho yo y aseguraros de que sale un poco manchado de masa, pero no demasiado. Confiad en vuestro instinto de cocinillas y… ¡estará listo!

Resultado

En media hora tengo: los regalos envueltos y un clásico listo para tomar. Un postre que gusta a todos y que, si se sirve caliente y acompañado de helado y sirope de chocolate como en este caso, quita el sentido a aquellos que lo prueban! Contraste frío-calor, vainilla-chocolate.. ¿Quién dijo que se tardaba en hacer un buen postre?  No os olvidéis de él cuando tengáis un cumpleaños que celebrar, ¡será todo un éxito!

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 4/5 (siempre y cuando no os ventiléis medio brownie)

Precio: 1,5 € por persona